De acuerdo con Ernesto Ambrosetti, economista jefe del Instituto de Estudios Económicos (IEE) de
Lo llamativo, para Ambrosetti, es el monto de la deuda, US$ 4405 millones, cifra parecida a lo que el Gobierno embolsará por las retenciones a los granos de la campaña 2008/2009: US$ 5800 millones. «Lo que el Gobierno les quita a los productores es lo que estos le deben al sistema bancario», dijo el economista de
A esto hay que sumarle el crédito comercial, que, de acuerdo con Ambrosetti, históricamente es el 50% del total de la deuda bancaria.
Según los registros del Banco Provincia de Buenos Aires (Bapro), el nivel de mora de los préstamos al sector agropecuario ronda el 0,6% para los créditos exclusivos del sector y el 0,4% para las líneas compartidas con otros sectores. La deuda ascendería en total a unos $ 4 millones. En el Bapro no piensan que vaya a producirse un endeudamiento fuerte. «Algunos productores alcanzarán a cubrir sus costos y otros quizá tengan algunos problemas. No creemos en una situación masiva de anormalidad», dijeron en la entidad.
Dimensión de la deuda
A esto habría que sumarle la deuda que se arrastra de los años 90 y que afecta aún a un buen número de productores. En el caso de Buenos Aires, por ejemplo, hay 1900 productores que adeudan al Banco Nación unos $ 500 millones, una situación pendiente de solución.
Tanto Ambrosetti como Rodes señalaron que, por el momento, el nivel de deuda es aceptable, pero destacaron que este año estará marcado por las refinanciaciones con los bancos y los proveedores, y que se deberán negociar plazos largos y tasas sostenibles, para evitar que se repita la ola de remates de los 90.
«Este año, buena parte de los productores deberá refinanciar. Pero como la recuperación económica va a ser lenta y dependiente de los ciclos biológicos de la ganadería y la agricultura, se van a necesitar plazos largos de pago y un período de gracia hasta que se reactive el proceso productivo», destacó Ambrosetti.
«En un contexto así, probablemente lo que todos hagan sea pagar los créditos comerciales, que permiten seguir operando, y suspender los pagos al banco», dijo Rodes.
«Nuestro planteo para los bancos va a ser que se pague con la rentabilidad de las explotaciones y no con patrimonio. Por eso les pedimos tasas acordes. Nadie olvida los casos de chacareros de
Ambos técnicos destacaron que la década pasada dejó lecciones difíciles de olvidar y que la consecuencia de esto será una fuerte retracción de la economía. «Con este panorama, la gente va a preferir no trabajar antes que arriesgar, y ese no apostar a la producción le va a hacer mal a la economía.»
Por eso, según Carbap, va a hacer falta que el Estado tome medidas similares a las de los países centrales, en el sentido de bajar las tasas para que no se frene la actividad. «En una economía moderna, el crédito es un insumo más, potencia la productividad y hace crecer la economía», dijo Rodes.
En este contexto, para el ruralista, una buena alternativa de refinanciación sería que las provincias se hicieran cargo de la deuda, tomando un bono a 20 años, que cree un interés tal que a 20 años se llegue a la cifra total adeudada. Esta propuesta está en estudio en varias provincias.
Fuente: lanacion.com.ar