17.01.14El presidente José Mujica llamó a cuidar la cadena cárnica, llamando a no abusar del consumo, dar señales positivas al sector para no matar "la gallina de huevos de oro", considerando una hazaña que la ganadería a haya mantenido su actividad a pesar de la tierra ganada por la agricultura.
En su audición por Radio Uruguay, el Presidente de la República, José Mujica, hizo alusión a la cadena cárnica y el momento que viven los distintos sectores que la componen, atento al contexto pecuario que históricamente definió a nuestro país, al que definió como “vendedor de pasto transformado”, lo que en definitiva nos da la presencia en el mundo, “donde conseguimos las divisas con las que pagamos lo mucho que importamos”, reflexionó.
Mujica recordó que la principal actividad industrial del Uruguay es la frigorífica, con no menos de 30 plantas, la que está unida al trabajo del campo, el transporte, la producción de raciones, las vacunas y las herramientas agrícolas, que componen la principal actividad que mueve a la gente en el país.
Sostuvo que desde la perspectiva de los compradores, quienes manejan la industria frigorífica, conocen los fenómenos relativos al forraje. El costo mayor de esta industria es la materia prima, entonces “manejar las cosas en procura de conseguir los mejores precios es natural, es el negocio de la industria”, y el ganadero también pretende los mejores precios para él.
En los últimos dos o tres años a la industria frigorífica no le fue tan bien por factores de competencia, y el margen de ganancia estuvo comprometido y pudo haber momentos de pérdida. Uno de los fantasmas de los frigoríficos son los costos fijos, lo que cuesta mantener la planta cuando no trabaja o lo hace lejos de su capacidad. Una ganadería importante no puede vivir de vender ganado en pie. “Es un disparate para quienes compran. Cuando lo hacen es por situaciones particulares, pero llevar al animal lejos, engordarlo y faenarlo como negocio tiene poco resultado”, relató Mujica, quien explicó que esto, además, se vuelve en contra de los trabajadores de la industria, que necesitan la mayor cantidad posible de días de trabajo.
“No parece malo que la industria intente recomponer la situación si el margen estaba comprometido. No conviene una crisis en ningún eslabón de la cadena”, indicó el mandatario, por lo que entiende que el proceso pudo ser demasiado rápido.
En cuanto a la cría, explicó que en el campo el criador tiene 20 o 30 animales que comen, consumen y no tienen ningún ternero. Con ciertos kilos —se puede llegar a 150 o más— el criador los vende y lo compra alguien que, con mayor capacidad forrajera, trata de llevarlos a su estado adulto.
Un año y pico después los vende a los frigoríficos. Otros hacen los ciclos completos. Al respecto dijo que se trata de un negocio de baja rentabilidad, que se ve disimulada con la alta capitalización.
“Si no hay cría, a la larga no hay nada de lo demás. Es una actividad poco rentable pero hay que cuidarla”, argumentó Mujica, quien sostuvo que Uruguay ha venido avanzando en este sentido y que la relación que había entre novillo preparado y ternero que sale de la cría era bastante positiva, y que los precios que obtenían los criadores favorecían esta actividad.
Mujica entiende que la especulación de los precios por saturación de terneros, porque los campos están recargados, puede producir una retracción global de la cadena, que termine afectando un fenómeno que jugaba a favor que es la tendencia al aumento en la cantidad de crías. “Era un anuncio positivo, pues en el mismo campo se lograba producir más cabezas y kilos”. En este sentido, recordó que, si bien “las vaquitas son ajenas”, la repercusión en el campo del trabajo industrial, del transporte y de las divisas son globales para todo el país e incide en la capacidad de pago de Uruguay.
Insistió en que “es razonable que una industria que, por competencia y otros factores, tuviera sus márgenes comprometidos intente recomponerlos”, pero sin que termine operando en contra del conjunto de la cadena.
“Ganará más en el corto plazo, pero perjudicará en el largo plazo a toda la cadena”. Dijo que, si bien no son “afirmaciones a rajatabla”, es “una invitación a que los gobiernos no tengan que intervenir en estas cosas”. Recordó cuando se debió multiplicar el seguro de desempleo para plantas paradas con el fin de amparar a quienes trabajan en la industria, pero también “de alguna manera estamos subsidiando que la planta esté paralizada”, explicó.
“No hay que dar señales negativas contra los criadores porque afectamos a la larga a ‘la gallina de los huevos de oro’. Si no hay crías abundantes no habrá novillos disponibles ni vacas adultas. Hay que cuidar todas las piezas de la cadena y eso implica no abusar”, enfatizó.