Los especialistas del sector coinciden. Destacan, en general, el valor económico de la cadena agroindustrial de la carne bovina para los países del Mercosur y el gran potencial que tiene este sector para aumentar la producción de carnes en forma sustentable, contribuyendo, positivamente, al bienestar de sus ciudadanos y al desarrollo de la región. Carlos Hermida y Héctor Salamanco, miembros del Foro Mercosur de
Gustavo Hardt, prosecretario de Carbap y referente de
Entonces, para Hardt, si funcionara realmente como debería ser legalmente, con un status sanitario igual para todos y que se cumpliera como corresponde, y no hubiera absolutamente ninguna duda sobre nada, el área territorial del Mercosur sería potencialmente el mayor proveedor de proteína roja del mundo, «pero no puedo dejar de hacer notar que hay algunos candidatos que pretenden ingresar por la fuerza y desbalancean con ese intento, la unión legal y el equilibrio sanitario que requiere el Mercosur para funcionar como tal».
Para ser más gráficos y más claros -agregó-, si hoy se juntan
Por eso Hardt insiste «en que territorialmente y basado sobre un muy bien instrumentado sistema sanitario, un orden legal intachable y trabajando realmente en conjunto, el Mercosur puede llegar a ser el mayor proveedor de carne vacuna del mundo».
Pero
Limitantes
Para Hermida y Salamanco, a pesar de haberse logrado notables progresos en el control de la fiebre aftosa, la recurrente aparición de focos en la región ha sido y es, sin dudas, una de las principales limitantes al crecimiento del sector.
En opinión de ambos, la ciencia y técnica aplicable al conocimiento de la fiebre aftosa proporcionan hoy un completo arsenal de recursos, diagnósticos y preventivos superiores a los disponibles para otras enfermedades virales.
Sobre la base de este concepto, seguidamente Salamanco se preguntó: ¿cómo es posible, entonces, que tengamos zonas de endemismo y recurrentes emergencias de brotes que ocasionan cuantiosas pérdidas económicas, de mercados y de prestigio y confiabilidad internacional, comprometiendo el crecimiento del sector?
Según el especialista, la baja calidad institucional es parte de la respuesta al interrogante. «Este es un problema sistémico en la región, y una consecuencia de la baja calidad institucional es la falta de transparencia que facilita la defensa de intereses particulares y las prácticas de corrupción en perjuicio del bienestar general».
Para Salamanco, la experiencia reciente muestra algunas decisiones de políticas que comprometen el éxito en el caso del combate de la aftosa y cuya adopción ha sido facilitada por un marco institucional permisivo: 1) ocultamiento de brotes, 2) aprobación de vacunas mediante procedimientos no transparentes, 3) falta de transparencia en los resultados de relevamientos serológicos (niveles de protección de los rodeos y de circulación viral) y 4) deficientes sistemas de registros de establecimientos ganaderos, de movimientos y de trazabilidad del ganado que entorpecen las investigaciones para determinar el origen de los focos.
Tanto Hermida como Salamanco aseguran, como consecuencia de todo lo dicho, que la experiencia internacional muestra que la solución a un problema transfronterizo y de carácter regional como es la fiebre aftosa se basa, indefectiblemente, en la adopción de una política común por los países del Mercosur.
Epidemiológicamente, no existen compartimentos estancos nacionales; por lo tanto, la erradicación de la aftosa requiere un enfoque conjunto y coordinado por parte de los Servicios de Sanidad Animal del Mercosur.
La región cuenta con los mecanismos institucionales para adoptar una política común. «Esto es una política supranacional que conlleva la cesión de soberanía en la materia y el sometimiento de los estados miembros a las resoluciones de ese ámbito supranacional», agregaron los técnicos.
La política común, como ocurre en
Conclusión
En resumen, el Foro Mercosur de
1) la erradicación de la fiebre aftosa en la región es posible y resulta de valor estratégico para posicionar en el futuro al Mercosur como destacado proveedor del mercado mundial.
2) A ese fin debe fortalecerse el marco institucional, dotándolo de la transparencia necesaria para evitar la defensa de los intereses particulares en perjuicio del interés general.
3) Que se reemplace el Programa Mercosur Libre de Aftosa (PAMA), o se lo reformule dotándolo de los componentes de una política común, similar a la que tiene
4) Que se haga un esfuerzo para armonizar los sistemas de información ganadera de la región, avance que contribuirá, además, a fortalecer la operatoria futura de un Mercado Común.
Para Salamanco, «saber dónde están las vacas, quién las tiene y cómo esa población migra y se mueve es muy importante porque es parte de las acciones de contención frente a la aparición de un brote. Es el stop . Es el parar. Si no se sabe dónde están los movimientos, no se controlan, no se conocen y no hay capacidad de actuar sobre los mismos, se está dando un terreno propicio para la difusión de la enfermedad». Por todo esto, es que los técnicos sostienen que la estrategia para con la aftosa consiste en una política común que armonice las decisiones en la región y que, entre las medidas a adoptar, se encuentre el inventario ganadero y el control del movimiento del mismo, que es lo que se llama trazabilidad y hay que desarrollarlo a nivel Mercosur.
Por Héctor Müller
De
Fuente: Lanacion.com.ar