5.01.15La consultora Noanomics estableció en su último informe que el fondo sojero desde 2009 hasta el año pasado financió el 15,7 por ciento de los gastos de capital que realizó el gobierno chaqueño.
En tanto, el año pasado se achicó notablemente la proporción de gastos que financió, algo previsible tomando en cuenta que en realidad el fondo se estancó porque los productores esperaron hasta el cambio de gobierno para liquidar la soja.
El informe estableció que en promedio, desde 2009 a 2015, el fondo ha financiado el 15,6% del total de gastos de capital de las 24 provincias, con un piso de 10,7% en su inicio y un pico del 20,7% en 2010.
“De acuerdo con nuestros cálculos para todo el 2015 significará casi unos $ 16 mil millones, que habrán servido para fondear un 12,5% de los $ 126 mil millones destinados a gastos de capital que estimamos podrán haberse ejecutado en el año que termina”, relató la consultora.
“Pero sobre este promedio que no parece tan elevado hay provincias cuya inversión pública depende fuertemente del fondo. Son 15 los distritos cuya dependencia del FFS es superior a la media. En Corrientes casi un tercio de los Gastos de Capital son financiados por él, llegando a un cuarto en Tierra del Fuego, Buenos Aires y Mendoza. También con una elevada dependencia aparecen Río Negro (21,1%), Tucumán (20,2%), Santa Cruz (18,7%), Salta (17,5%), Jujuy (17%), Entre Ríos (16,8%), Santa Fe (16,2%), Córdoba (15,8%), Catamarca (14,2%) y La Rioja (13,1%)”, detalló.
“Entre las que el fondo explica menos el nivel de inversión pública ejecutada está CABA con sólo el 2,6%, lo que es lógico por su escasa participación en la distribuciónde recursos de coparticipación, siguiendo Misiones, Neuquén y Chubut con porcentajes de entre el 5% al 6%. En los casos de algunas provincias con poco peso del fondo como Misiones, Santiago del Estero, Formosa o Chaco se debe más bien a que fueron más favorecidas por transferencias de capital discrecionales que disminuyeron su importancia relativa en el total”, relató.
“Con la disminución de las alícuotas de los derechos de exportación de soja del 35% al 30% y de sus derivados del 32% al 27%, una proyección de aumento del 4% en la producción para la campaña agrícola de soja en 2016, y manteniendo los precios internacionales prácticamente invariables, el fondo federal del año 2016 podría repartir unos US$ 1.480 millones; es decir una caída del 11%”, señaló.
“Serán entonces estas 15 provincias identificadas como más vulnerables las que mayor ingeniería financiera deberán realizar para compensar este menor flujo de recursos con otras fuentes de financiamiento, de manera de no afectar significativamente la inversión pública. Lógicamente las productoras de granos sufrirán relativamente menos ya que la rebaja de alícuotas impulsará sus economías y recaudaciones provinciales”, afirmó.
“Pero al margen del 2016, en el que en definitiva la disminución podría no ser dramática, su progresiva desaparición plantea con mucho tiempo de anticipación el debido reemplazo que todos los distritos deberán realizar de un instrumento que las obligaba a invertir”, manifestó.
“Este era el único aspecto positivo y sería bueno diseñar un mecanismo similar que lo sustituya en cuanto a la exigencia de destinar parte de los fondos distribuidos automáticamente a las provincias con el específico fin de asignarlos a Gastos de Capital”, finalizó.
El 2016 llegó con estabilidad en los precios de la carne de vaca y de pollo e incluso con varias bajas
Hay frigoríficos con venta directa que desde ayer comenzaron a bajar los precios al público. Las bajas van del 18 al 39%. Son en cortes puntuales y la reducción implica entre $12 a $19 por corte y kg.
Mientras durante los últimos dos meses del año 2015 los precios de la carne vacuna no dejaron de subir y acumularon alzas de hasta el 30%, el comienzo del nuevo año se presentó con una tendencia al sostenimiento de esos valores en algunos supermercados mientras que algunos frigoríficos, ya comenzaron a evidenciar una reducción en los precios en determinados cortes vacunos.
Asimismo, cabe destacar que de la misma forma en que hubo ciertas bajas en los valores de determinados cortes de carne vacuna, sucedió lo mismo en la carne de pollo.
De acuerdo con los listados de precios publicitados por algunos frigoríficos, hubo una baja de entre el 18 y el 39% en los precios por kilogramo de algunos cortes de carne bovina.
El primer dato que surge de estos nuevos precios es que la baja no es generalizada. No se muestra en la totalidad de los cortes de carne vacuna ni tampoco en la totalidad de los negocios.
Sin embargo, en un contexto en el cual en los últimos dos meses del año pasado el precio de la carne vacuna no dejó de subir, implica quizá un quiebre en la tendencia de alzas continuas que experimentó este producto.
Por ahora un frigorífico como Friar encabezó la disminución de precios. En este caso un corte de consumo popular como el asado que se vendía en los $69,85 tuvo una reducción en su valor por kilogramo de casi $20 al ofrecerse desde este fin de semana a $50.
Asimismo, otro corte de alto consumo popular como la paleta pasó de los $82,76 a los $70 por kilogramo lo que implica una reducción en el precio de casi $13, un 18% por cada kilogramo.
Por otro lado, entre los blandos de primera que se utilizan para la preparación de comidas como milanesas, como la cuadrada pasó de $88 por kilogramo a los $70, en una baja de poco más de $18 por kilogramo, equivalentes a un 26%.
Otro corte similar como la bola de lomo, redujo su valor de $84,14 a $70, lo que implica una reducción de 20%, equivalentes a unos 14.
En algunos supermercados durante la última semana de diciembre y lo que va de este año nuevo, los precios también se mantuvieron estables, aunque no bajaron. Sí, dejaron de subir. Por ejemplo, un reconocido supermercado céntrico situó el kilogramo de costilla especial, de bocado de lomo y queperí en los $91,99. La tapa de asado en $84,99 y la aguja y bocado de paleta se mantuvo en $71,99. Esos valores fueron los mismos en la última semana de diciembre y estos primeros días de 2016.
El pollo
A su vez, la carne de pollo que durante los últimos meses del año pasado siguió el mismo camino de la carne vacuna en cuanto a las subas de precio, ahora también comenzó a experimentar un descenso.
Cabe destacar que en algunos distribuidores mayoristas el precio por cajón de 20 kilogramo llegó la segunda quincena de diciembre a los $650. Ese valor implicaba un costo para los vendedores minoristas de casi $33 por lo tanto el valor final al público quedaba entre los $38 a $45, según el tipo de negocio. Pero ahora, comenzó a bajar.
Tanto es así que un frigorífico redujo la venta de cajón mayorista en casi un 10%. Y el precio por kilogramo de casi $35 el kilogramo al público a $29.l