Junto al personal destinado por los acopiadores y al personal del Ministerio del Agro, los productores observaron cómo el esfuerzo de todo un año iba ingresando en la cinta que lo transportaba y, a partir de un detenido análisis, cómo se determinaba su calidad.
La calidad del producto entregado establece el valor de la carga y, en consecuencia, el dinero que luego será depositado en la cuenta bancaria de cada productor. Cabe recordar que al fracasar la primera de las reuniones por el precio, realizada en el mes de febrero, las empresas ofrecieron acopiar con precios provisorios, pero recibieron la negativa de las entidades que representan a los productores.