Desde la Confederación Económica de Misiones (CEM) nos sentidos desilusionados y engañados por el veto presidencial que no interpreta la realidad de Misiones que cuenta con argumentos suficientes para implementar un esquema impositivo diferencial.
Esta postura se sustenta en la contribución impositiva de sus habitantes cuya contundencia de los números se incrementó con el movimiento interno afianzado en el contexto de pandemia con el cierre de las fronteras.
Esta razón coyuntural sirve como muestra de que están dadas las condiciones para aplicar definitivamente políticas de fondo que contrarresten las asimetrías con los países limítrofes.
Misiones tiene sobrados argumentos para recibir herramientas que le permitan equiparar las asimetrías externas con Brasil y Paraguay considerando que en términos de coparticipación recibe menos que el resto de las provincias integrantes del NEA aun cuando los números denuncian que los índices están muy por debajo de lo que le correspondería por ser un distrito que le aporta a la Nación más de lo que recibe a cambio.
Un régimen impositivo diferenciado, cualquiera fuera el grado de exención que pueda aplicarse, proyecta en Misiones una tasa de crecimiento que superaría holgadamente el costo fiscal de las concesiones tributarias otorgadas por la Nación por el consecuente incremento del consumo, de la producción y de la inversión que se generarían.
Considerando que esas medidas son imprescindibles para no aplazar las oportunidades de desarrollo de Misiones, cuyo territorio está enclavado en un 90 por ciento entre países limítrofes, venimos realizando gestiones en pos de los consumidores misioneros de a pie que pagan sus impuestos y son discriminados con este tipo de decisiones.
Misiones requiere de herramientas específicas que le permitan pugnar en igualdad de condiciones con los grandes centros de consumo y ser competitiva en una región que nos acecha con las particularidades de las economías de las naciones vecinas.
Esta nueva postergación, que muy bien puede interpretarse como un desentendimiento de las necesidades de Misiones, nos conduce a no claudicar y a seguir trabajando en conjunto entre los diversos sectores y el gobierno provincial para sostener la causa original, que sigue en pie y que bajo ningún fundamento puede compararse con la realidad de las otras provincias afectadas por el veto presidencial.