La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) dio a conocer este miércoles una nueva edición su Monitor de Exportaciones Agroindustriales, una publicación en la que analiza una serie de indicadores que muestran la implicancia fundamental que tiene el comercio exterior para el desarrollo del país.
Entre otras cosas, una de las conclusiones a la que llegó FADA es que, “de todos los productos agroindustriales que andan dando vueltas por el mundo, el 11% lo producimos en Argentina”, según subrayó Nicolle Pisani Claro, una de las economistas de la entidad.
A tal estimación se llegó teniendo en cuenta el promedio de los principales productos exportados por los 20 complejos agroindustriales analizados en el informe.
Otro de los datos que refleja el reporte es que el 70% de los dólares que ingresan al país son traídos por las exportaciones agroindustriales. Y es casi el único rubro que tiene superávit comercial sostenido a lo largo de los años.
El año pasado, las cadenas agroindustriales acumularon un saldo comercial positivo de U$S 45.368 millones y solo el transporte tuvo también superávit, pero muy inferior: U$S 233 millones.
“Es por esto que puede decirse que las cadenas agroindustriales financian los saldos comerciales deficitarios de los restantes rubros (textil, química y conexos, electrónica, maderera, maquinaria nuclear e industrial). Esto quiere decir que gracias al balance positivo del agro podemos importar ropa, tecnología, maquinaria”, enfatizó el economista jefe de FADA, David Miazzo.
Los “campeones” mundiales
Asimismo, el informe refleja que los alimentos producidos en Argentina llegan a más de 160 países y hay varis rubros en los que somos “campeones” mundiales.
Nuestro país está en el primer lugar del podio global, por ejemplo, en el comercio de harina y aceite de soja, aceite y jugo de limón, porotos y maní.
Mientras que ocupa el segundo puesto en maíz y yerba, el tercero en poroto de soja, el cuarto en peras y leche en polvo, y el quinto en harina de trigo, camarones y langostinos, lanas, aceite de girasol y carne bovina.
El impacto en el empleo
Desde FADA también remarcan que “cada vez que se exporta cualquier producto, se está generando trabajo”.
En promedio, de los 20 complejos agroindustriales seleccionados, el 50% de lo que producen se exporta, y la otra mitad se destina al mercado interno.
Para Pisani Claro, la ecuación es sencilla: “Si no le vendiéramos al mundo, miles de esos trabajos no existirían. Además de todos los puestos indirectos que se generan en el circuito de exportar”.
Un caso testigo es el de la carne, que sufre por las intervenciones: el 27% de lo que produce esa cadena se envía al exterior. Significa que hay 100.000 puestos de trabajo que se ven afectados cuando se deciden políticas restrictivas hacia las exportaciones.
Fuente: Informe FADA