Como muestra, de una sola planta de mandioca cosechó más de
“Cachito Cabral, que es oriundo de la compañía Guavira, del distrito caballerense, relata que hace muchos años se dedica a la producción y venta de mandioca en su zona de residencia. Explica que mediante la aplicación de la técnica de la siembra directa en sus cultivos logra indiscutibles ventajas a la hora de la cosecha.
En ese sentido, debe destacarse esa suerte de apostolado de la siembra directa que iniciaron en la zona de Paraguarí, en los años 90, el Ing. Agr. Rolf Derpch con el Ing. Agr. Ken Moriya, quien tomó la posta.
Nuestro entrevistado comentó que por sobre todo evita que los rastrojos de los cultivos ya cosechados sean quemados y que gracias a la cobertura vegetal muerta que queda sobre la parcela tras las cosechas, “la tierra se enriquece cada vez más con materia orgánica y renueva su potencial productivo cada día. Con esta práctica, la tierra, anteriormente muy empobrecida, vuelve a ser como un “rosado”, es decir la “tierra virgen” que queda tras tumbar un bosque, detalló el productor.
Agregó que el sistema tiene múltiples ventajas para todos los rubros agrícolas, pero que muy pocos son los que deciden adoptarla, porque es otra concepción de la agricultura; no es la práctica tradicional de los campesinos paraguayos. La siembra directa, en las pequeñas propiedades, fue introducida como proyecto por
Fuente ABC color