Si miramos hacia atrás en el proceso de la antropogénesis, podemos afirmar: la crisis actual, como las anteriores, no nos llevará a la muerte sino a una integración necesaria de
Tal hecho objetivo conlleva un dato subjetivo: la irrupción de la conciencia planetaria con la percepción de que formamos una única especie, ocupando una casa común, con la cual formamos una comunidad de destino. Esto nunca había ocurrido antes, es lo nuevo de la actual fase histórica.
Es innegable que hay un proceso en curso que ya tiene miles de millones de años: la ascensión rumbo a la conciencia. A partir de la geosfera (Tierra) surgió la hidrosfera (agua), enseguida la litosfera (continentes), posteriormente la biosfera (vida), la antroposfera (ser humano) y para los cristianos la cristosfera (Cristo). Ahora estaríamos ante la inminencia de otro salto en la evolución: la irrupción de la noosfera que supone el encuentro de todos los pueblos en un único lugar, el planeta Tierra, y con una conciencia planetaria común. Noosfera, como la palabra sugiere (nous en griego significa mente e inteligencia), expresa la convergencia de mentes y de corazones dando origen a una unidad más alta y compleja.
Lo que nos falta, por el momento, es una Declaración Universal del Bien Común de
La crisis global nos está exigiendo un gobierno global que coordine soluciones globales para problemas globales. Ojala no surjan centros totalitarios de mando sino una red de centros multidimensionales de observación, de análisis, de pensamiento y de dirección que tengan como objetivo el bien vivir general.
Se trata sólo del comienzo de una nueva etapa de la historia, la etapa de
Ahora estamos viviendo la edad de hierro de la noosfera, llena de contradicciones, pero aun así, creemos que todas las fuerzas del universo conspiran para que se afirme. Hacia ella está marchando nuestro sistema solar, quién sabe si toda la galaxia, y hasta incluso este tipo de universo, pues según la teoría de las cuerdas puede haber otros, paralelos. Es frágil y vulnerable, pero viene cargada de nuevas energías, capaces de moldear un nuevo futuro. Tal vez en este momento la noosfera sea solamente una llama trémula, pero representa lo que debe ser. Y lo que debe ser tiene fuerza. Tiende a realizarse.
Por Leonardo Boff Teologo de
Fuente TELAM