En el Senado ya se realizaron dos reuniones para evaluar una situación que divide aguas. Por un lado, aparecen decenas de ONG que militan en contra del tabaco y que apoyan la ratificación parlamentaria del Acuerdo Marco. Por el otro,
El meollo de la cuestión es que ese Convenio Marco, en tren de desalentar el negocio de los cigarrillos, impone a los gobiernos que lo ratifican la obligación de «desmantelar» todos sus programas de fomento a la producción de tabaco, como el FET. «Nosotros no nos oponemos a que el Congreso haga una ley mucho más restrictiva contra el consumo de tabaco y si quieren meter preso a quien fuma en la calle que lo hagan. Pero que no ratifiquen ese convenio, porque solo beneficiaría a otros países productores de tabaco que compiten con
«Si ratifican el Convenio Marco, lo único que van a lograr es destruir la producción local. Pero como fumar se va a seguir fumando, vamos a terminar importando tabaco de otros países», señaló Esteban Amat, de
Fuente: Clarín.com