Eso sí: siempre tiene la opción de comprar el grano, arar la tierra, sembrar, cosechar… Pero si le huye a la idea de levantarse bien temprano, tomarse unos amargos y calzarse el sombrero de paja, pero así y todo está convencido que la inversión en el negocio de la soja es para usted, entonces esta nota bien podría ser el puntapié inicial. Porque, a no hacernos los distraídos.
Suben los precios. Vuelan. En rigor, se recuperan. Y el de la soja no es la excepción. El “yuyo” representa más del 50% del grano que produce nuestro país y un 25% de las exportaciones. En las últimas ocho semanas, la cotización de la soja ha recuperado 22% en el precio de mercado. Ayer cerró en los u$s 427 por tonelada, el pico más alto de los últimos 7 meses. Eso sí: todavía está muy lejos de los u$s 609 que llegó a valer el 3 de julio de 2008.
Ni lerdos ni perezosos y pasando por encima el debate ético que ha despertado en el mundo entero la ola de especulación financiera que se ha colado en el precio de los alimentos, los especialistas del mercado vernáculo tienen un menú para todo aquél que sueña con verse beneficiado por la suba del yuyo.
Pooles de siembra (vade retro)
Definitivamente satanizados por la actual administración presidencial, los pooles de siembra dedicados a la soja han recorrido un largo camino y representan, no sólo la cara de la revolución tecnológica que vivió el campo, sino también un nuevo modelo de gestión. Esta figura reúne, en una especie de fondo de inversión, a partes diseminadas de la cadena productiva –desde la financiación hasta el arrendamiento de maquinaria agrícola, desde la aplicación del know how genético hasta la logística comercial–. En vez de concentrar en un negocio verticalmente integrado, reúne en forma temporaria a varios actores especializados, todos nucleados bajo la figura de un líder que gestiona o coordina el trabajo. En la mecánica, tras un período determinado, la utilidad se reparte entre los inversores de acuerdo al porcentaje aportado. Existen en
Acciones, un clásico
Apostar por las compañías ligadas a la soja también puede resultar un buen negocio. “Habrá que tener en cuenta el riesgo empresario de cada compañía y también el riesgo de cada país donde se desenvuelve esa empresa”, advierten en Research For Traders. Un ejemplo de esto son las “retenciones”, que afectarán la rentabilidad esperada.
Si bien existen cientos de compañías cotizantes que se dedican a la producción y comercialización de soja (una gran parte radicadas en China), en el mercado bursátil, compañías como Cresud y Bunge pueden representar una apuesta al sector tanto en el plano doméstico como internacional.
Cresud (CRES), la empresa del Grupo Elsztain, ha ganado 13,63% desde comienzo de año. Todavía muy lejos de los $5,19 por acción que llegó a valer en mayo de 2008, se trata de una compañía líder del sector agropecuario con un importante portafolio y la única de su sector que cotiza en
Bunge (BG) es uno de los conglomerados corporativos ligados a los agronegocios. Cotizante en la plaza financiera de los Estados Unidos, el papel de la compañía vale u$s 58,71, un 36% por encima del precio que había registrado a comienzos de año. Eso sí: todavía sigue muy lejos de los u$s
Global NV, Deere Co, Komatsu, Monsanto Company, Potash, Saskatchew, Mosaic Company, Filmar y Yara International, son apuestas a tener en cuenta.
ETF, la nueva generación
Perteneciente a una nueva dimensión de certificados financieros, los Exchange Traded Fund permiten reproducir con un alto grado de aproximación el rendimiento de lo más diversos índices y canastas de acciones ligadas a un sector de la economía. “Funcionan igual que una acción, pueden ser comprados y vendidos en un mismo día, y a que no tienen otros costos inherentes en relación a su operación que la misma comisión que debe pagar cuando compra y vende una acción cualquiera en el mercado de los EE.UU”, señalaron en Invertir On Line.
Dentro de los ETF, existen varias posibilidades para invertir en granos: los que siguen sólo este sector, los que invierten en commodities que incluyen estos productos y los que cuentan con empresas vinculadas al agro dentro de sus carteras.
DBA PowerShares DB Agricultura, es un ETF que sigue el comportamiento del índice Deutsche Bank Liquid Commodity Index – Optimum Yield Agriculture Excess Return, compuesto por futuros de soja, maíz, trigo y azúcar.Con un valor de u$s 26,90, acumula 2,75% en el año aunque está lejos de los u$s 41 de junio de 2008.
Otra alternativa es invertir a través de un ETF que englobe en su cartera a otros sectores dentro de las commodities, como la energía y metales. El PowerShares DB Commodity Index Tracking Fund (DBC) busca emular el comportamiento del Deutsche Bank Liquid Commodity Index, compuesto por los seis futuros más negociados de materias primas en el mundo: petróleo para calefacción y crudo, oro, aluminio, maíz y trigo. Vale u$s 21,74 pero llegó a estar en los u$s 45 el año pasado. Paciencia.
Fuente: El cronista.com