Una serie de factores alcistas y financieros se siguen acumulando para catapultar los precios de los granos en el mercado de Chicago (CME Group) a niveles imposibles de imaginar apenas un mes atrás. Las mayores subas corresponden a los contratos de trigo (los cuales arrastran también a los de maíz y soja).
En diversas regiones del sur de China se están registrando inundaciones de gran magnitud que podrían recortar la cosecha inicialmente prevista de arroz en la nación asiática. “En nuestra evaluación inicial el mal tiempo reducirá la producción de arroz entre un 5% y un 7%”, dijo Li Qiang, director ejecutivo de la consultora privada Shanghai JC Intelligence a la agencia Bloomberg.
Egipto, una de los mayores importadores de trigo del mundo, adquirió tres partidas de trigo ruso por 60.000 toneladas cada una y con entrega en septiembre de 2010 a valores de 252, 262 y 270 u$s/tonelada FOB, según indicó un cable de Bloomberg. El dato es que se trata de valores –especialmente los dos últimos– que están en línea con las cotizaciones del trigo estadounidense (FOB Golfo de México), lo que indicaría cierto apuro por asegurarse mercadería en caso de una eventual restricción a la exportación del cereal por parte de la Federación Rusa.
Gracias al bloqueo aplicado por las autoridades chinas al aceite de soja argentino, siguen saliendo numerosos embarques de poroto de soja de EE.UU. hacia la nación asiática (algo infrecuente para esta época del año). Este fenómeno también favorece al complejo oleaginoso brasileño.
La consultora privada estadounidense FCStone Group Inc. emitió ayer un informe en el cual pronosticó que la producción de maíz y soja 2010/11 en EE.UU. alcanzaría un récord histórico de 341,1 y de 93,3 millones de toneladas. Si bien no se descarta que eso pueda finalmente ocurrir, el hecho es que esta semana varios sectores del Medio Oeste estadounidense están atravesando una ola de calor extremo que eventualmente podría dañar los rindes de la soja (que está en plena formación de vainas).
Los administradores de fondos especulativas (hedge funds) y de fondos índice (index funds) que operan en el mercado de futuros de commodities siguen volcando cantidades enormes de dinero al mercado de materias primas para buscar refugio contra la progresiva desvalorización del dólar estadounidense.
La economía estadounidense –más allá de los parches y los fuegos de artificio– sigue sin levantar cabeza. Esta semana el USDA informó que en mayo pasado el número de estadounidenses que reciben ayuda alimentaria (Supplemental Nutrition Assistance Program, conocido tradicionalmente como “food stamps”) alcanzó un récord de 40,8 millones de personas, una cifra 19% superior a la del mismo mes de 2009 y que es equivalente a más de un 8% de la población total de EE.UU.