En diálogo con esta Agencia, Caprarulo afirmó que “el panorama del citrus está muy complicado y hay pocos pedidos desde el exterior”. En ese sentido, dijo que las consecuencias son “muy negativas, ya que hay numerosas naranjas y se desconoce cuál va a ser el destino de la fruta” y agregó que se trata de 70.000 toneladas que quedarían sin venderse.
“Por ahora se está trabajando muy lento, pero se puede hacerlo aunque si no hay posibilidades de ubicar las naranjas en un lugar adecuado la zafra se deberá cortar antes de tiempo y adelantar la actividad dos meses”, afirmó e insistió en que “el panorama no es alentador”. Además, dijo que “lamentablemente estas son pérdidas que se le producen a la empresa, ya que las naranjas no se pueden ubicar”.
En tanto remarcó que si el panorama sigue complicado “se solicitará una audiencia con el secretario de