9.10.11Vecinos del área protegida Quebrada de los Cuervos, en Treinta y Tres, plantan y consumen su propia yerba mate; algo envidiable para muchos, en medio de la suba de más de 40% en el precio del producto por el aumento del costo de la materia prima.
Después de que se afirmara en varios medios que en Uruguay el clima no permite plantar yerba mate, estos vecinos demuestran que se puede producir esta especie en el país, pero bajo sistemas productivos no convencionales. Igualmente afirman que es preferible seguir importando antes que hacer un monocultivo de yerba.
La suba del precio del la yerba mate -que Uruguay importa de Brasil- ha provocado que se vuelva a hablar de la existencia de árboles de esa especie en Uruguay y sus posibilidades productivas y comerciales.
Lejos de esas especulaciones comerciales, en el entorno del área protegida Quebrada de los Cuervos, una comunidad de vecinos disfruta cada día el mate con la yerba que ellos mismos cultivan dentro del monte.
La mala noticia de todo esto es que el sistema de cultivo que usan no permite pensar más que en abastecer una pequeña parte del mercado. El objetivo es llegar a venderla entre los visitantes de la Quebrada, que han sido unos 14.000 en los años de mayor influencia.
No es más "fuerte", pero tampoco más "suave", el sabor de este mate es diferente y lo ceban con agua tibia para que no se lave (pierda el sabor). Detrás de esta yerba mate hay una concepción agroecológica bajo cuyos parámetros trabajan y viven en la zona.
En el camino a la Quebrada, frente a la posada Cañada del Brujo, se ubica el vivero Ñanderekó -voz guaraní que significa "nuestra forma de ser"- en el que José "Pepe" Puigdevall tiene -además de yerba- mudas de plantas nativas de todo tipo: arazá, arrayán, guayabo, pitanga, que se crían empleando tierra del mismo monte ribereño. También hace otras plantas: aromáticas, hortalizas, vid.
Sobre la yerba mate han realizado reconocimientos de los montes naturales de la zona, ubicados en las nacientes de las cañadas, lugares escarpados que el ganado no puede alcanzar en la cuenca alta del arroyo Yerbal.
Esos "son lugares con un microclima especial, con mucha humedad relativa ambiente y con cierta protección", apunta Puigdevall.
Se identificaron en la zona de la Quebrada de la Teja lugares donde ya se produjo yerba en algunos momentos de la historia del país. "Lugares donde se hacía el sapecado -se pasan las hojas a punta de llama para abrir los estomas- y el horneado de yerba mate en la época de la Guerra Grande, en épocas de escasez de la yerba que entraba de Brasil se procesaba acá", indicó Puigdevall.
En montes de sierras del Yerbal han hallado ejemplares de más de 20 metros de altura, con troncos de 50 centímetros de diámetro. También han encontrado ejemplares más jóvenes aguas abajo.
El trabajo que iniciaron en 2001 -a través de la organización no gubernamental Pindó Azul, que Puigdevall integra- consistió en la identificación del fruto e investigar las condiciones de reproducción de la planta.
"Hoy por hoy la idea que hay es que la yerba mate no es posible producirla en Uruguay, nosotros a través de estos 10 años estamos estableciendo, con conocimiento de causa, que realmente es posible", sostuvo el productor.
Muchas de las técnicas las han incorporado visitando cultivos a escala familiar que se realizan en Brasil.
Sistema
Los vecinos de la Quebrada de los Cuervos son intransigentes con respecto a la forma en que se puede producir, "porque el bioma (grandes comunidades ecológicas en las que domina un tipo de vegetación, como la selva y el desierto), donde se puede desarrollar la yerba mate, merece especial atención y un especial sistema productivo, que no es el que se está usando para el resto de los cultivos en Uruguay. Estamos hablando de un sistema que es el agrofloresta o monte alimentario o agromonte, donde esa especie cumple una función específica dentro del ecosistema de los sistemas fluviales".
Eso implica entender que no se trata de solo yerba mate, sino de la planta de yerba como una más dentro del monte, del corredor biológico, que se pretende extender campo adentro, alejándolo de la fuente de agua natural. Hoy están obteniendo "miel, yerba, dulce de guayabo, bombones de guayabo, jalea de arazá, licores de pitanga, vinos de naranja y aceites esenciales".
"Si se quiere algo ya, es probable que se quiera establecer un sistema de monocultivo, que no es aceptable y no es bueno que se haga: es preferible seguir importándola", aseguró Puigdevall, quien se queja del escaso respaldo que tiene esta concepción productiva desde los planes oficiales.
Fuente: el Pais