Los ingenieros agrónomos que participaron en la elaboración del proyecto, en el marco de la entidad presidida por el Ing. Agr. Walter Pucciariello, consideran que la cría vacuna no sólo representa una actividad productiva en sí misma, sino también es complementaria de una agricultura eficiente. Para ello indican que es fundamental aplicar toda la tecnología con la que actualmente se cuenta, lo que redundará en una mayor producción de carne.
Entre los métodos existentes, en el mencionado estudio se enumeran: pasturas implantadas, reservas, cultivos de verano con maíz, sorgos para silos, grano húmedo, rollos, boyeros eléctricos, comederos, media sombra, etología bovina, entre otros.
Al realizar un diagnóstico sobre la actualidad de la producción vacuna, se preguntan por qué motivos es tan baja, y observan que el desarrollo sobre campo natural y la baja incorporación tecnológica están imposibilitando el alcance de rendimientos más altos.
El Ing. Agr. Mariano Mené, coordinador de la Comisión de Ganadería del Colegio, comentó:
«Esta actividad es muy susceptible a las diferentes condiciones climáticas, principalmente a las de sequías extremas, causantes de las mayores pérdidas por la pobre oferta forrajera, y la baja disponibilidad de agua de bebida adecuada. Esto hace imposible el sostenimiento de rodeos estabilizados, por alto porcentaje de mortandad, muy bajos índices de preñez y una marcada disminución de terneros destetados. Por otro lado, la etapa post-destete de terneros machos y hembras debe considerarse una actividad importante de los establecimientos de cría y recría, a los efectos de lograr aumentos significativos en los kilos de carne producidos y, por ende, en la rentabilidad de los mismos».
Los ingenieros agrónomos del CIASFE manifestaron también en el documento que la situación de la ganadería argentina atraviesa una crisis progresiva. Esto debido a que, por un lado, se ha experimentado una fuerte disminución en el número de cabezas del rodeo nacional en los últimos tres ciclos, provocada por la intensa sequía que afectó a la mayor parte del territorio, y por la liquidación de hembras a raíz del desaliento a la actividad ganadera resultante de una política de Estado que privilegió el mercado interno en detrimento de la exportación, siendo que ambos son perfecta y necesariamente complementarios. De esta forma, se produjo una pérdida creciente de la participación en los mercados internacionales, incumpliendo con los compromisos de la cuota Hilton. A su vez, indican los especialistas, la gran adopción del engorde a corral (feedlot) ha provocado que los animales para consumo interno tengan una terminación de bajo peso final de faena (260 – 280 Kg.), hecho que generó una menor producción global de carne.
En las conclusiones del informe, se plantea la necesidad inmediata de superar el problema que atraviesa la producción de terneros, para lo cual es necesario contar con un respaldo político y una legislación que considere a la cría vacuna como una actividad vital para el centro norte del país. El desarrollo de la actividad ganadera en el campo es importante, porque permite consolidar y arraigarse en sus lugares de origen a la familia rural, que es la que realiza las tareas diarias del sector.
Finalmente, señalan que un programa con objetivos claros a corto y mediano plazo debería contemplar el apoyo manifiesto a los productores a través de exenciones en impuestos y tasas, la promoción de créditos blandos y la reducción de gravámenes del asesoramiento técnico profesional, como cuestiones principales. Para la ejecución de estas medidas, evalúan, resulta imprescindible la integración entre el Estado y la actividad privada, como así también la participación en esta última de los Colegios de Ingenieros Agrónomos y Médicos Veterinarios, el IPCVA, la Asociación Argentina para el Manejo de Pastizales Naturales, el INTA, las Universidades, los fabricantes de maquinarias agrícolas, las Asociaciones de Productores y el sector agroindustrial.
Medidas concretas
-Incorporación asociativa de tecnología e integración vertical dentro de la cadena ganadera para afrontar los altos costos del equipamiento de última generación, para lograr aumentar la productividad de los establecimientos ganaderos de cría vacuna del Centro Norte de Santa Fe;
-Otorgamiento de créditos con tasas de interés subsidiadas a largo plazo (5 a 10 años) para obras de infraestructura y adquisición de maquinarias, y a mediano y corto plazo para la retención de vientres y para la compra de insumos;
-Generación de un mercado a futuro de terneros, otorgando mayor previsibilidad al criador;
-Celebración de convenios con fabricantes de maquinarias agrícolas
-Capacitación en propuestas técnicas, tanto de productores como empleados rurales.