La semana pasada, la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas (Aadeaa) inició un recurso de amparo ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación para que se suspenda la comercialización, venta y aplicación del glifosato y del endosulfán (insecticida). La entidad mencionó un estudio del Laboratorio de Embriología Molecular del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires sobre el supuesto trastorno para la salud humana que produce el glifosato.
Ante este panorama, la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe) y la Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos (Ciafa) consideran necesario aclarar a la opinión pública su posición acerca de la seguridad de los agroquímicos que se utilizan en el país.
Según la resolución 350/99 del Senasa, el principio activo del glifosato en su uso normal está dentro del grupo de activos de improbable riesgo agudo. Además, afirman que el glifosato está clasificado en la categoría de Menor Riesgo Toxicológico (Clase IV), es decir, productos que normalmente no ofrecen peligro, según el criterio adoptado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la FAO.
Además, las organizaciones dicen que “hoy es un herbicida utilizado con éxito en todo el mundo, clasificado como de baja toxicidad y, además, es un elemento clave para el sistema de implantación de cultivos sin roturación mecánica del suelo. De ese modo, el glifosato está ligado al control de la erosión, a una menor compactación del suelo, al aumento de la fertilidad, a la conservación de los recursos hídricos, a la economía en maquinarias y combustibles y, como consecuencia, a la reducción en la emisión de dióxido de carbono”. Distintas formulaciones de glifosato se han utilizado comercialmente en agricultura en los últimos 33 años en todo el mundo, lo cual permite confirmar el historial de seguridad de este herbicida, ratificado por su aprobación en los Estados Unidos ante la EPA (Environmental Protection Agency).
Informe de la FAO
De acuerdo al informe publicado por la Reunión Conjunta FAO/OMS (Meeting of the FAO Panel of Experts on Pesticide Residues, JMPR), el glifosato: posee baja toxicidad aguda, no es genotóxico (no provoca daños ni cambios en el material genético), no es cancerígeno, no es teratogénico (no afecta el normal desarrollo embrionario; no provoca malformaciones), no es neurotóxico (no afecta el sistema nervioso), no tiene efectos sobre la reproducción.
“Nos parece importante remarcar que el uso de agroquímicos permite hoy que el campo argentino contribuya de manera sustancial al crecimiento de nuestro país y su Producto Bruto Interno por medio del desarrollo sustentable.
Ambas cámaras representan a más de 40 empresas nacionales y extranjeras y dan trabajo a más de 20.000 personas”, concluyeron.
Fuente:nuevodiarioweb.com