El senador Roberto Raúl Costa, presentó un proyecto de ley a través del cual se pretende crear un certificado que determine la calidad de la carne según el tipo de cría o engorde del ganado bovino, ya sea con pasturas naturales o a corral. Además, que se establezca su origen como producto de la provincia de Buenos Aires.
La crianza de ganado vacuno con pasturas naturales mantiene un sello de calidad que merece destacarse. De esta manera se producen animales con menos stress, menor índice de colesterol y mayor terneza, resultando más ricos en vitaminas y sabor, y por ende, más sanos. Este sistema requiere mayor inversión, pero el producto final es saludable y más buscado en el mercado.
Sin embargo, hace algunos años se ha instalado en nuestro país un sistema de cría denominado «engorde a corral» (feed-lots), que ha crecido exponencialmente en pocos años gracias a los subsidios estatales. Este sistema consiste en encerrar a los vacunos en corrales y engordarlos artificialmente, sin especificar con qué tipo de alimento. Los frigoríficos se inclinan a comprar este tipo de carnes por el beneficio económico que significa.
La falta de diferenciación del tipo de carne vulnera el derecho del consumidor al no poder distinguir qué es lo que compra y por lo tanto, si es beneficioso o perjudicial para él.
Esta problemática ya se planteó en Europa y América del Norte, con la aparición de la enfermedad de «la vaca loca», directamente vinculada con la alimentación artificial de los bovinos.
El método de crianza natural nos diferencia de casi todos los países productores de carne. La pampa húmeda concentra el 67% de todo el ganado que se cría en el país, y a pesar de haberse visto afectada por sequías, desplazada por la agricultura y amenazada por la escasa rentabilidad, la calidad de tierras y pasturas es un beneficio natural que ayuda al máximo aprovechamiento de producciones sanas y beneficiosas para todos.
Argentina, como país adjudicatario de la cuota Hilton, debe encuadrar su exportación de acuerdo a parámetros que establecen que los animales deben ser «criados exclusivamente con pastos».
Por lo tanto, «es imprescindible diferenciar» según autor de la iniciativa, «en el momento de su comercialización, los animales que se crían confinados de los naturales; ya sea para hacer uso de la opción de elegir qué es lo que se consume o para determinar costos y precios».
«El Estado debe tener un rol protagónico en este tema. Es entendible que de un lado se defiendan los intereses propios; pero, no se comprende que el Estado no proteja el interés de los productores que crían a pasturas y la salud de los consumidores» sostuvo el senador. Agregó que «la crianza natural es costosa, por lo que el productor debería ver recompensada su inversión, apostando a la salud de la gente y a la competencia en el mercado internacional».
Fuente: El Parlamentario