Por su hoja refrescante es también una planta para arriate. No la plantes dos años seguidos en el mismo lugar, porque se debilita. Los antiguos griegos asociaban el perejil con la mala suerte y lo consideraban el símbolo de la muerte, por lo que lo utilizaban en los entierros.
Para los romanos sí era una planta popular: una corona de perejil disminuía la embriaguez. También lo utilizaban en la cocina. Su origen está en la zona del mar Mediterráneo, siendo hoy en día una planta que se encuentra en la mayoría de los huertos europeos.
En
Es rico en vitaminas C, A, y B, en yodo y hierro; mejora la digestión y ayuda en caso de hinchazón. Para un cutis castigado, se puede preparar una mascarilla calmante, mezclando una cucharada sopera de perejil con tres cucharadas de queso fresco.
El perejil se puede utilizar para intensificar el aroma y el sabor de muchos platos como: verduras, salsas, sopas, estofados y pescados. Si has comido un plato con mucho ajo o cebolla… ¡come un poco de perejil y el olor desaparece!
Para cultivarlo
Hay diferentes variedades de perejil: la clásica de toda la vida y otras que son cada vez más utilizadas, como la de cortar y la de pequeñas hojas rizadas. Puedes sembrar las semillas en primavera, directamente en el suelo o en macetas.
Por su hoja refrescante es también una planta para arriate. No la plantes dos años seguidos en el mismo lugar, porque se debilita.
En el momento que aparece el tallo de la flor, es conveniente cortarlo, porque si florece, la hoja se muere. La semilla de las flores tiene un sabor amargo y no es apta para el consumo. Antes de que empiece el frío puedes desenterrar la planta y ponerla en una maceta dentro de casa.
Cosechando regularmente las hojitas, conseguirás que el ejemplar siga creciendo aún más frondoso. Esta hierba puede secarse, si bien es preferible congelarla.
Fuente Cuenca Rural