19.08.14En el mercado se puede vender entre 5 y 6 mil guaraníes el kilo dicho producto.
La harina de mandioca, que se vende en el mercado entre 5 a 6 mil guaraníes el kilo y que puede ingresar en hasta un 20% al sector panadero surge como una opción laboral para la agricultura familiar y para formar un pequeño o micro agronegocio, según fuentes del Instituto Nacional de Tecnología, Normalización y Metrología, INTN que habilitó días pasados su planta industrial para potenciar la producción y en una feria de alimentos promocionó el pan de harina de mandioca, así como otros alimentos hechos a base de este producto.
El ingeniero agrónomo Rubén Cañete, director del departamento de Agroindustria del INTN, dijo a La Nación que la harina de mandioca es un negocio rentable actualmente, ya que de 100 kilos de mandioca se sacan 40 kilos de harina integral, sin gluten, ideal para el consumo de gente celiaca.
El especialista señaló además que un 10 a 20% de la producción puede ingresar al sector panadero porque eso le da más rotura al pan, es decir, lo deja más crocante, ya que la harina de trigo no tiene toda esa fibra que sí posee la mandioca.
Existe una ley que exige al menos un 5 ó 10% de utilización de este producto en los panificados, a fin de incentivar justamente la producción local.
En el mercado se puede vender entre 5 y 6 mil guaraníes el kilo de esta harina y al productor se le va a quedar aproximadamente el 50% de la ganancia porque va a ser socio comercial y también va a estar georeferenciado, aseguró a La Nación el ingeniero Cañete.
PRODUCTO ORGÁNICO
La harina de mandioca, es secada al sol, no se usa máquina, es totalmente orgánica porque sale de la raíz, y se utiliza la cáscara de la raíz de la mandioca para la utilización de balanceados, según el ingeniero Cañete.
“Como institución vamos a hacer que las fincas de los productores estén georeferenciadas. Esto posibilitará que los productos vengan por lote de producción y va a ser posible identificar quién es el productor que hizo el producto, con certificado de calidad”, indicó.
Explicó además que “el campesino paraguayo ahorrará hasta un 50% en su canasta familiar, si nosotros salvamos la harina para la tortilla, el aceite para fritar la tortilla, el azúcar para endulzar el cocido entonces tenemos la leche y complementamos el producto”, indicó.
Por Ana Antúnez
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