El magro resultado que viene registrando el impuesto a la renta de las actividades agropecuarias (Imagro) está generando preocupación en
El viceministro de Tributación, Gerónimo Bellassai, anticipó días pasados que la institución a su cargo comenzó a dialogar con representantes del sector agropecuario a fin de buscar salidas a esta situación. Ratificó que se trata de uno de los renglones más dinámicos de la economía que sigue contribuyendo poco a las arcas públicas.
No quiso adelantar absolutamente nada respecto a las alternativas que están siendo manejadas. En principio descartó la creación de un nuevo tributo o la ampliación de alguno ya existente, aunque aparentemente solo se refería al corto plazo.
Las autoridades de Hacienda descartan que el Ejecutivo elimine los IVA créditos que poseen los productores agropecuarios a su favor (por valor de G. 650 mil millones), a fin de permitir una mayor recaudación en concepto de Imagro. Se cree que estos créditos recién se agotarán en tres años.
IVA AGROPECUARIO. Una de las opciones que maneja Hacienda, según fuentes, es elevar al Congreso un proyecto de ley que convierta a los productores agropecuarios en contribuyentes del IVA. De esta manera tendrán una solución al problema planteado actualmente de excesiva acumulación de créditos fiscales (con ello podrán descargar el IVA). Esto, a su vez, permitirá elevar los ingresos en concepto del Imagro.
Se debe tener en cuenta que el IVA al sector agropecuario estaba contemplado en el entonces proyecto de ley de Adecuación Fiscal. Sin embargo, por una presión de los gremios de la producción, la propuesta fue borrada en el Legislativo.
RETENCIONES. La otra propuesta que estaría siendo analizada por el Ministerio de Hacienda, según las fuentes, tiene que ver con un mecanismo similar al utilizado actualmente por
Es un impuesto disfrazado a las exportaciones. Lo que hace el Estado es quedarse con un porcentaje de los ingresos que generan las exportaciones. Actualmente, en
Solo en soja, el vecino país exporta al año por valor de 18 mil millones de dólares. De ese monto, 8.052 millones de dólares quedan en manos del Estado argentino.
Se trata de un tributo que podría permitir al Estado obtener ingresos de manera rápida. Tiene como cuestionamiento que la carga recae directamente en los productores agrícolas y no en los exportadores, quienes actúan de simples intermediarios.
FRACASO DEL IMAGRO
Has el momento, el impuesto a la renta de las actividades agropecuarias (Imagro) ha resultado un fiasco. Permite al Estado recaudar cerca de 5 millones de dólares al año para un sector (agrícola-ganadero) que aporta más del 22% del PIB del país y consigue ingresos brutos de entre