-¿Este sector recibe realmente apoyo del Gobierno?
-Se está dando. Cuando el ministro (Martín) Heisecke hizo una presentación de los 100 primeros días de gestión, dijo que ya era el momento de ponerle nombre al culpable de la pobreza en este país, y que en su opinión es el contrabando, del cual -en realidad- todos tenemos la culpa, porque quizás muchos empresarios no saben cuál es el origen de los productos que está comprando la empleada doméstica, lo cual es cierto, porque es una cuestión de costumbre. Se formó (en enero) una comisión interinstitucional anticontrabando que operó durante 60 días, y en febrero llegó a incautar
-¿Eso es mucho o poco?
-Nosotros estimamos que el consumo nacional es de aproximadamente 5,5 millones de litros al mes, de eso más o menos la mitad es envasado y la otra mitad es a granel (venta en suelto); y lograr incautar la tercera parte de eso en un solo mes es bastante, que causó su efecto, pero el problema es que fue una medida de momento, que debe de ser sostenible en el tiempo, pero quizás por la falta de rubros. Actuaron juntos Industria, Hacienda, Fiscalía, Armada Nacional, Policía Nacional, municipalidad, etc., pero el contrabando de aceite se ha reanudado con todo.
-¿A qué se debe tanto contrabando de este producto?
-En realidad este “negocio” afecta igualmente a la industria azucarera, a la harinera, etc., pero en nuestro caso particular, es una actividad sumamente “rentable”, que de acuerdo con los volúmenes calculados, está dejando una ganancia mensual de 1.000.000 de dólares a los ilegales.
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Es más, los distribuidores de aceite argentino importado legalmente fueron airados a una de las reuniones de febrero a reclamar qué está haciendo el Gobierno para frenar este ilícito.
Fuente: ABC Asunción Paraguay