«Se trata de un nuevo manejo de químicos en el control de malezas en citrus. Es el primer herbicida, cuyo ingrediente activo Kixor, fue diseñado para que sea aplicado con glifosato, tanto en cítricos como en otros frutales», explicó a
El directivo apuntó que la innovadora herramienta agrega valor al manejo sistémico de malezas en citrus, aún la de hoja ancha y las más difíciles. «Es un herbicida de contacto con acción sistémica local para ser aplicado en posemergencia, en mezcla con glifosato», apuntó.
Además de ofrecer eficiencia en el control de malezas de hoja ancha, tolerantes al glifosato y rápido quemado, contribuye a que el cultivo haga un uso más eficiente de recursos como el agua, los nutrientes (o fertilizantes) y la luz.
Entre las ventajas, Cardello explicó que el quemado de las malezas es más rápido, como también la penetración; reduce el riesgo de lavado por lluvias y riegos, y evita la sobredosificaciones del glifosato, entre los más destacados.
Respecto de las aplicaciones, Cardello afirma que quedó demostrado que se puede acortar el intervalo, llevandolo de las cuatro promedio a sólo tres. «En definitiva, el productor obtiene más satisfacciones de control con igual gasto», concluyó el directivo.
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