Mientras el país transita los últimos meses previos al cambio en la composición del Congreso, donde entre otros, asumirán los diez legisladores que logró el campo en los últimos comicios, la incertidumbre sobre el rumbo que tomarán las políticas agropecuarias se traduce en una certeza para muchos: harán más soja.
No sólo los pequeños productores descapitalizados al cabo de un mal año y sin espalda financiera, sino también grandes productores –como Los Grobo y
La soja se llevará entre el 65% y el 70% del total de la siembra de la agropecuaria Los Grobo este año, contra entre 45% y 55% de 2008. Así lo confirmó a este diario el CEO de la empresa, Alejandro Stengel.
En el caso de la firma
La situación es similar en el caso del pool de siembra Casenave & Asociados. En el mix de producción “vamos a hacer un 55% de soja, cuando el año pasado la participación fue de 40%”, indicó Luis González Victorica, ejecutivo de la empresa.
Se estima que, por primera vez, la soja representará casi el 65% de la superficie sembrada en el país y el 70% del total de la cosecha nacional.
Sobran los motivos
La soja compite indirectamente con el trigo porque se puede sembrar después de éste pero si se siembra sola rinde más. Por eso, cuando el precio del trigo está planchado, los productores deciden invertir en soja. “Un trigo a u$s 135 la tonelada resulta muy poco atractivo”, comentó un empresario. “Si el valor fuera de u$s 170 o u$s 180 la cosa hubiese sido distinta”, reconoció.
Pese a que las finanzas tuvieron gran peso en la decisión de los productores, por segundo año la sequía fue el factor decisivo que hizo que se saltearan el cultivo. La implantación ya terminó con un pobre desenvolvimiento de tan sólo 2,8 millones de hectáreas, contra las 4,5 millones de la campaña anterior.
Con el maíz, la soja compite directamente. En este caso, no cabe duda de que conviene sojizarse. La siembra de maíz “cuesta el doble que la de soja, y rinde menos”, explicó a El Cronista el titular de la consultora Agritrend, Gustavo López. Según sus estimaciones, habrá tan sólo 2 millones de hectáreas sembradas con trigo este año, contra las 2,4 millones de 2008. En este caso, y con mejores perspectivas de lluvias para la primavera, la opción por la soja es netamente económica.