Este dictamen tiene como base al proyecto que en su m omento había enviado
Las modificaciones fueron promovidas por el Diputado Santafesino Sylvestre Begnis, y van a contramano del proyecto de
De convertirse en ley este dictamen provocaría, un marcado descenso de los montos recaudados en concepto de Fondo Especial del Tabaco, ya que se estaría abriendo la puerta al comercio ilegal de cigarrillos.
No debe olvidarse la dura lucha por conseguir el incremento en más o menos 300 millones de pesos a través de otro proyecto enviado por
La producción tabacalera nuclea a más de 120.000 personas. “Nadie, salvo
Entre las normas que llaman la atención, está la prohibición de que las manufacturas de cigarrillos efectúen contribuciones corporativas, paradójicamente, en momentos en que el gobierno se esfuerza en reducir los índices de pobreza a través del lanzamiento de distintos programas sociales.
Otros de los artículos llamativos plantean una prohibición de fumar en los lugares de trabajo, definiendo lugares de trabajo como toda área donde se desarrollan actividades laborales. Esta propuesta haría que si se trabaja en su propia casa, estará prohibido fumar.
Como corolario, los legisladores dejan en cabeza de la autoridad de aplicación, o sea el Ministerio de Salud, la facultad de exigir la reducción de la toxicidad de los cigarrillos y sin tener en cuenta que fumar, lo que sea, es tóxico. Si no fuera así, no habría razón para sancionar una ley que controle el tabaco,
El texto original presentado por
Claramente, este nuevo texto, y en contrario a lo que piensan y declaran organizaciones antitabaco, como ALIAR, no ayudaría a cumplir los objetivos de salud del Gobierno, muy por el contrario generaría múltiples efectos negativos tanto en la salud de la población, como en el Sector Tabacalero y en las arcas fiscales.
El proyecto, presentado e impulsado por
Desde las entidades de la producción como de las empresas tabacaleras, aseguran que “el resultado inmediato del accionar del diputado Sylvestre Begnis y sus seguidores, ha sido el de retrasar la sanción de una Ley que la sociedad necesita, ya que la producción tabacalera, la industria, la distribución y los comerciantes minoristas no tienen más remedio que oponerse a una norma irracional que pondría fin a su medio de ganarse la vida”.
Vale destacar, que al contrario de lo realizado por el Poder Ejecutivo, los legisladores nacionales de estas comisiones, en ningún momento invitaron a los integrantes de la cadena productiva del tabaco a los efectos encontrar aportes en base al conocimiento del sector. Los que si tuvieron una activa participación fueron representantes de entidades antitabaquicas, quiénes asesoraron al propio Silvestre Begnis.