Según un informe de la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales (IES), la yerba mate fue una de las pocas exportaciones argentinas que resistieron la crisis mundial en 2009.
Las ventas del producto incluso, tuvieron un importante aumento durante el año que terminó, con un incremento de cerca del 12% en las ganancias generadas por su exportación.
Según el economista Alejandro Ovando, autor del estudio, el aumento se debió en gran parte a un alza en los precios internacionales del producto, asociados a una caída en la oferta mundial de yerba mate.
Argentina es el principal productor internacional de este cultivo y también es el mayor exportador del mundo.
Esto, a pesar de que el país sólo envía al exterior el 15% de la yerba que produce, debido a que la vasta mayoría es comercializada internamente.
Cinco años de crecimiento
A pesar de que las ventas de yerba mate representan aún una fracción muy pequeña de la totalidad de los productos agrícolas exportados por el país, Ovando considera que el cultivo está mostrando gran potencial de crecimiento.
“Durante los últimos cinco años las ventas de yerba mate crecieron casi 75%”, afirmó el especialista a BBC Mundo.
Además, en 2009 el producto logró salir airoso de una serie de embates que provocaron una caída de cerca del 30% en la venta de granos, el principal producto básico argentino.
“A diferencia de otros cultivos, la yerba mate no se vio afectada por las históricas sequías que golpearon fuertemente al campo”, señaló Ovando.
Otra ventaja con la que contó la yerba mate es que quedó excluida de los aranceles a la exportación –conocidos como retenciones–, que gravaron con impuestos de hasta el 30% a algunos de los principales productos agropecuarios del país.
Finalmente, un tercer factor, totalmente fortuito, también ayudó a incrementar las ventas internacionales de la yerba mate.
La aparición de la gripe porcina, que causó graves estragos en Argentina, hizo que muchos locales dejaran de consumir el producto de la manera que indica la tradición: compartiendo la bombilla entre varios.
Esa caída en el consumo interno llevó a que aumentaran los volúmenes de exportación, convirtiendo a la yerba mate en el cultivo estrella dentro de los productos básicos argentinos.
Sin nuevo precio
A pesar de las gestiones realizadas por el Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym), a nivel nacional 2009 terminó sin novedades sobre los nuevos valores de la hoja verde y la canchada.
La definición de los precios está en manos del Ministerio de Agricultura de la Nación y se esperaba que la resolución se concretara antes de fin de año, pero debido a la reestructuración de la cartera el análisis del tema se pospuso.
El sector productivo de la provincia de Misiones mostró su preocupación ante la demora, teniendo en cuenta que la zafra de verano lleva un mes de iniciada y en las últimas semanas se registró un gran movimiento en las chacras.
Desde la Asociación de Productores Agropecuarios Zona Sur de Misiones (Apazur), afirmaron que la mayoría de los colonos de Apóstoles, Concepción de la Sierra y localidades cercanas se encuentra en plena cosecha. En esa línea, lamentaron la falta de precios, asegurando que las condiciones climáticas están permitiendo que haya una buena brotación de los yerbales, por lo que se encuentran en el momento óptimo para la tarea. A pesar de eso aclararon que la mayoría de las acopiadoras están pagando los 63 centavos por el kilo de hoja, valor que rigió en la última zafra gruesa.
“Las plantas están brotando bien a diferencia del año pasado y casi todos los productores están cosechando. Estamos a la espera de los nuevos precios, pero mientras tanto se están cumpliendo los 63 centavos”, explicó Juan Carlos Krutki, presidente de la entidad.
A contramano de sus pares del Sur, los productores de la zona centro y norte aseguraron que muchos colonos se encuentran vendiendo su yerba, pero reciben 28 y 30 centavos por kilo. Ante este panorama reclamaron la pronta definición de los nuevos valores y mayores controles por parte del Inym, para garantizar el cumplimiento de los mismos.