Según datos consignados por el gobierno chileno, los puertos del Pacífico afectados por el reciente terremoto permanecerán inactivos durante los próximos días. Esto determinaría, entre otras cosas, que los embarques de fruta trasandina hacia los distintos mercados del exterior se paralizarían hasta que se revoque esta medida a través de un nuevo comunicado oficial.
Existen una decena de puertos habilitados para exportar a lo largo de todo Chile, pero en la zona afectada por el terremoto se identifican para la fruta fresca seis puntos de salida, entre los que se destaca el de Valparaíso y San Antonio como dos de los más importantes de la región, por donde sale históricamente el 60% de la oferta exportable de este tipo de producto.
A la parálisis en los puertos hay que agregar que todas las comunicaciones terrestre (rutas y caminos alternativos) para el desplazamiento de camiones hacia los puertos están parcialmente destruidas, lo que complica aún más el desarrollo comercial de esta actividad. Las pérdidas estimadas son millonarias para el sistema frutícola del vecino país. Recién en las próximas 72 horas se realizarán las primeras evaluaciones para estimar los daños económicos que sufrirá la actividad.
Chile es el principal proveedor de frutas frescas del hemisferio sur. Para esta temporada proyectaban exportar algo más de 700.00 toneladas de manzana (más de tres veces de lo embarca anualmente el Valle de Río Negro y Neuquén), cerca de 500.000 toneladas de uva de mesa (ocho veces más que la Argentina) y unas 140.000 toneladas de peras (50% menos de las ventas Argentina, que es líder en el mercado internacional).
Hay que destacar, en este sentido, que esta época del año es la de mayor movimiento en el comercio exterior de manzanas, peras y uvas de mesa en el vecino país.
Un freno en las exportaciones permitiría en una primera instancia «limpiar» parcialmente los mercados, beneficiándose comercialmente los países competidores del hemisferio sur -entre los que se encuentra la Argentina- que orientan su oferta exportable a los mismos destinos que Chile.
Sin embargo, también hay que señalar que, el volumen que no salga en los próximos días de los puertos del vecino país, deberá ser colocado en le mercado en un período de tiempo menor, por lo que no se descarta que los «beneficios» comerciales para los países competidores del hemisferio sur generados en un principio por esta medida oficial, determinen complicaciones con la sobreoferta de fruta, semanas después.
Mucho de este reacomodamiento en el mercado frutícola sin dudas dependerá de los días que estén paralizados los puertos del Pacífico chileno.