En un encuentro virtual realizado hoy, Argentina, Brasil y Paraguay celebraron el Día Trinacional del Bosque Atlántico. Con estafecha especial, buscamos aumentar el conocimiento de la gente sobre uno de los biomas más amenazados del planeta, y generar conciencia sobre la importancia de sus hábitats y la biodiversidad que habita en esta ecorregión.
El Bosque Atlántico es una ecorregión que une a tres países y uno de los bosques con mayor diversidad de vida del Planeta. Se extiende a lo largo de la costa oriental de Brasil y penetra tierra adentro hacia Argentina – Selva Paranaense – y Paraguay. Originalmente cubría 1.345.300 km2. Sin embargo, en los últimos 40 años fue reducido significativamente – deforestación, urbanización, producción – y hoy queda sólo el 17% de los bosques originales.
La ecorregión es el hogar de más de 148 millones de personas y de una diversa flora y fauna. En sus bosques habitan especies emblemáticas como el yaguareté, el tapir, el tamarino león dorado (Brasil), muchas especies de tucanes, entre muchos otros. En tan sólo una hectárea de bosque se puede encontrar alrededor de 450 especies de árboles. Su riqueza biológica es tan variada, conteniendo el 7% de las especies de plantas y el 5% de las especies de animales vertebrados del mundo. Muchas de estas plantas y animales son endémicas, lo que significa que no existen en ningún otro lugar de nuestro planeta. El bosque nos ofrece, además, otros beneficios, siendo los principales pulmones que nos proveen oxígeno. También ayudan a regular el clima y protegen los suelos, y con su gran diversidad de animales y plantas, dan servicios como la polinización, nos proveen alimentos, medicamentos, e incluso su importante cobertura vegetal realizan las principales labores para que podamos contar con agua en nuestros acuíferos, arroyos y ríos.
Hoy, en el Bosque Atlántico habita menos del 1% de la población de yaguaretés que se estima que existieron en la región antes de la llegada de los europeos. La población actual no supera los 300 yaguaretés y se encuentra distribuida en 13 fragmentos aislados. En la mayoría de las áreas donde persiste, sus densidades poblacionales son muy bajas y la extinción local podría ser inminente si no se toman acciones urgentes que reviertan esta situación.
Por esa razón, WWF Brasil, WWF Paraguay junto a Fundación Vida Silvestre Argentina realizan trabajos de conservación en conjunto para proteger el Bosque Atlántico y conservar sus especies como el yaguareté. Entre 2000 y 2015, Brasil, Argentina y Paraguay pudieron aumentar el área forestal protegida total en la ecorregión del Bosque Atlántico en más del 20%. Además, las oficinas de cada país trabajan activamente en promover e impulsar políticas públicas: en Paraguay, en el año 2004, se aprobó la Ley de Moratoria de la Conversión Forestal o Ley de Deforestación Cero, que redujo un 82% la pérdida anual de bosques, y en diciembre de 2020 se logró que el gobierno promulgue su extensión por 10 años. En Argentina, en 2007 fue aprobada la Ley de Presupuestos Mínimos para la Protección de los Bosques Nativos (Ley de Bosques), estableciendo la prohibición de la conversión del 73% de los bosques remanentes, y Vida Silvestre participó activamente de las discusiones de la Ley de Ordenamiento Territorial de los Bosques en Misiones. En Brasil WWF organizó, a través de la Iniciativa de Vigilancia del Código Forestal, el control de la sociedad sobre la implementación de una nueva legislación que debilita la protección de los bosques.
En el Bosque Atlántico, la situación de los yaguaretés es de las más preocupantes:
En la Argentina, se estima que habitan 250 yaguaretés en diversas regiones (selvas y bosques de las yungas, región chaqueña y selva misionera). Sin embargo, poco menos de la mitad viven en la selva misionera, que es la porción argentina del Bosque Atlántico. En esta región se mantiene una población de 105 yaguaretés que, según el monitoreo científico, desde los últimos años muestra cierta tendencia en aumento.
En Brasil los resultados obtenidos en los últimos años son alentadores y demuestran que los esfuerzos de conservación están surtiendo efecto. La población de jaguares en el Parque Nacional do Iguaçú de Brasil, por ejemplo, es la única en el Bosque Atlántico, que evidentemente está en una curva creciente.
En Paraguay, se estima que en el Bosque Atlántico de la Región Oriental sólo quedarían entre 12 y 20 individuos, en la Reserva Natural del Bosque Mbaracayú y la Reserva Natural Privada Morombí. Esta pequeña población está en grave peligro de extinción, ya que la pérdida de bosques que sigue ocurriendo está disminuyendo drásticamente el hábitat disponible para el jaguareté.