Hace algunos días un diario español aseguraba que los argentinos estábamos inmersos en una crisis sanitaria por la gripe “A” pero no “abandonábamos el chupeteo del mate”.
La observación del colega ibérico no fue muy original por cuánto el tema es muy tenido en cuenta por los “materos argentinos”.
Los especialistas médicos aconsejan a que los que consumen mate, lo hagan con calabaza individual, es decir, no compartan las bombillas por temor al contagio.
Ante esta realidad, decía un industrial yerbatero, o el consumo se cae ante la posibilidad que muchos dejen de tomarlo o bien, la posibilidad cierta es que aumente el consumo.
Esta última, tiene sustento. El consumidor de Mate, sobre todo en el interior del país, se estima, no dejará de matear y quiénes observarán los consejos médicos, utilizarán otro mate, es decir, otra porción de yerba.
Esta es la esperanza de muchos, la de un mate o dos más por mateada, gramos que se suman y muchos kilos que se irán de las góndolas en beneficio de una sufrida producción o mejor, con sufridos productores.