El rebote estuvo potenciado por el ajustado stock mundial disponible de soja y la preocupación por la sequía en China, que puede perjudicar la campaña en el gigante asiático y, por ende, reforzar su necesidad de importar el poroto.
Las alzas en Chicago tuvieron eco para la posición disponible de la soja en el mercado local. En Rosario, la oleaginosa para entrega esta semana se cotizó a $ 1.010, 1% por encima del cierre del viernes. No obstante, las ofertas no sedujeron a los productores, que apenas aceptaron hacer negocios por unas 5.000 toneladas.
En el Rofex, en tanto, los futuros de la soja mostraron mejoras de entre 1,4% y 0,9% para las posiciones septiembre y mayo próximo, respectivamente, que terminó a u$s 223,8 la tonelada.
No obstante, algunos operadores rebajaron algunos dólares sus ofertas, ante un rumor que circuló en el mercado granario sobre la posibilidad de que el Gobierno eleve las retenciones a las exportaciones de soja entre 5 y 10 puntos porcentuales.
El objetivo de esa medida sería reforzar las arcas del Tesoro y a la vez un guiño hacia el campo, dado que estaría acompañada por la reducción o eliminación total de las retenciones al trigo y el maíz.
El estudio de esa medida no fue confirmada ni desmentida desde despachos oficiales, pero minimizada por varios operadores granarios, que entienden que en este momento del año significaría dilapidar la más importante fuente de ingresos con la que contará el Ejecutivo, ya que todavía los productores están pensado cuánta soja plantarán a partir de octubre.
Por lo pronto, se estima que la nueva campaña sojera batirá todos los récords de siembra y, si las condiciones climáticas acompañan, en mayo próximo podría haber entre 52 y 55 millones de toneladas del poroto. En distintos ámbitos, además, se sostiene que si bien la situación agropecuaria es difícil, los productores intentaron por todos los medios mejorar sus números mediante la apuesta por actividades poco rentables. Por caso, comentaron que en Entre Ríos y Santa Fe se plantó más trigo que el año pasado y que las lluvias de las últimas semanas perfilan que la campaña de maíz no sería tan mala como se pensaba
Fuente: El cronista