Sobre todo si se toma como referencia la variedad «clemenules» (una de las mandarinas más cultivadas en
La galopante crisis de precios en origen estalla sobre todo por el exceso de oferta citrícola en España y en los terceros países, una situación que evoluciona de forma paralela al alza de las marcas blancas en toda Europa. El mencionado estudio, con base en los precios oficiales de la guía oficial de la conselleria de Agricultura, avalado por más de un centenar de productores citrícolas castellonenses, constata que los precios pagados hace 18 años eran de entre 0,16 euros/kg y 0,30 euros/kg, cuya evolución refleja la pérdida de un 30% para la renta de los productores. Aunque el agricultor pierde 0,037 euros por kilomgramo, la gran distribución gana hasta 2 euros.
Paralelamente, los costes de explotación se han disparado en estas dos ultimas décadas, como es el caso de las tarifas eléctricas (400%), fertilizantes (100%) o los herbicidas e insecticidas (200%). Además, hay que tener en cuenta que la progresiva sustitución del riego por manta por el de goteo ha generado unos gastos por instalación de entre 500 y 800 euros por hanegada. Y tampoco debemos olvidar la repercusión en los gastos de explotación por el alza de los seguros, impuestos y salarios, entre otras partidas.
Los productores castellonenses de «clemenules» destacan también la excesiva diferencia entre el coste de producto disponible en la puerta del distribuidor —que incluye el coste de empaquetado, transporte y el beneficio para el comercio privado o la cooperativa— y su precio de venta al consumidor, pues se sitúa entre los 0,60 y los 2,12 euros/kg.
Resultados concluyentes
El estudio de Montagut Hofer considera que «no es sostenible» una situación donde los beneficios netos de la distribución sean tan notables mientras el sector productor soporta graves pérdidas que ya hacen inviable el cultivo de determinadas variedades citrícolas. A la vista de los datos, lamentan el avance de las marcas blancas de los últimos años en algunas cadenas de distribución, a quienes califica como «los peores enemigos de los productores». Éstas elevan su cuota de ventasde marcvas blancas al 50% y ahondan más la crisis al agricultor. Entre las soluciones para recuperar la rentabilidad figura el incremento de las ayudas para la reconversión varietal, la retirada de calibres no comerciales de las cadenas de distribución, financiación a intereses bajos, rebaja de costes de producción y la apertura de nuevos mercados.
Mientras tanto, la interprofesional Intercitrus ha abierto el período de alegaciones para todo el sector de cara a consensuar un texto definitivo para el contrato tipo de compra-venta en fresco, así como para fijar índices de referencia, lo que servirá para garantizar unos precios mínimos al agricultor. El contrato servirá para dotar de transparencia al mercado se remitirá al Ministerio de Medio Rural y a Competencia.
Levanteemv.com