MONTEVIDEO.- Comenzó con un panorama sombrío pero terminó con balance positivo y proyecciones también favorables para 2010. La producción agropecuaria uruguaya logró un crecimiento de 2,2% en el año que termina, producto de un aumento extraordinario del sector agrícola y la silvicultura.
El escenario internacional negativo de fines de 2008 y la sequía que golpeó duro al agro uruguayo, marcaban hace un año un contexto negativo que indicaba que este 2009 sería un año recesivo.
La demanda externa se había contraído y las exportaciones habían perdido ritmo en la primavera de aquel año, para caer luego sobre fin de año y verano. Los extraordinarios precios parecían quedar en el pasado y los productores se amargaban pensando cuál sería el nuevo piso de los valores de exportación.
Pero el marco macroeconómico no fue tan duro y la sequía logró revertirse con un panorama de lluvias que trajo calma a los productores.
Esta semana, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca divulgó su reporte anual en el que sostuvo que el balance primario indica que «el PBI agropecuario creció 2,2% en 2009, por el aumento de 8,1% de los rubros agrícola y silvícola, deducido la baja de 1,3% en la pecuaria».
El pronóstico de la oficina técnica del ministerio indica que para 2010 se proyecta un crecimiento de 1,8% respecto al año anterior, y que eso se dará por un aumento de la producción agrícola de 4,1% y del sector pecuario en 0,4%.
La producción de soja ha tenido un incremento constante. La producción física sojera tuvo un aumento de 33% en la zafra 2008-9 y se ha estimado un crecimiento de 25% para la zafra 2009-10, y de 11% para la 2010-11.
La economista Verónica Durán advirtió que «en un contexto externo de grave crisis mundial y con dificultades derivadas del clima, en 2009 la economía uruguaya logró sortear los obstáculos y no cayó en recesión, aunque se desaceleró abruptamente el notable ritmo de crecimiento que venía registrando».
La economista dijo que si bien los precios de exportación no son los que marcaron los récords que se alcanzaron en 2008, previo al estallido de la crisis financiera internacional, igualmente «están en niveles históricos altos».
Seguidamente, agregó que «es posible que la producción lechera termine el año por debajo del año anterior» debido a los efectos de la sequía, que «también afectó fuerte a la ganadería y, en especial, la producción de carne». Luego agregó que la producción cárnica disminuirá por «una caída de las existencias medida en toneladas», acotó.
Durán comentó que 2009 dejó «números negativos en los márgenes de ganancia» de las empresas agropecuarias, pero que el producto bruto agropecuario «logró crecer pese a la caída de los precios y un descenso moderado de las exportaciones».
Las estimaciones indican que las exportaciones agroindustriales cerrarán el año con una caída de 11%, fundamentalmente por efecto precio, totalizando US$ 3677,9 millones contra US$ 4116,3 millones del año 2008.
Por su parte, el director de la oficina técnica del MGAP, Martín Buxedas, destacó los logros del ejercicio terminado. «Este año se dio lo mejor que podíamos esperar, es decir, amortiguar la crisis a través del crecimiento de producción, del ingreso de los hogares y del empleo», entre otros logros, comentó Buxedas.
Optimismo
Añadió que eso reportó «un panorama diferente a las crisis anteriores: un valor, que es dar optimismo, que es clave a la hora de adoptar decisiones».
Además, Buxedas advirtió sobre riesgos para el sector, como «el incremento de los capitales especulativos» y «la incertidumbre del cambio climático». Destacó la importancia de defender la competitividad a través de «un buen manejo de los riesgos» y dijo que eso es una responsabilidad del sector privado y también del Estado, «con políticas activas».