Los accionistas y ejecutivos de ambas empresas seguirían sin ponerse de acuerdo sobre la composición del directorio de la eventual empresa fusionada, mientras una escalada del 20,4% del real habría ayudado a moderar la estrechez financiera de Bertin y su necesidad de capital fresco.
Según el periódico, el BndesPar, el brazo de inversiones del banco estatal de desarrollo del país, tiene una participación del 26,9% en Bertin y de 14,66% de Marfrig, y alentaba la fusión.
Otros frigoríficos brasileños, en cambio, corren riesgos de no superar bien la crisis. Uno de ellos es Independencia, que también ayer anunció que cerrará cuatro plantas y despedirá a 1.100 trabajadores.
Según Reuters, la empresa detalló que cerrará las unidades de Colider, Pontes de Lacerda y Juína, en el estado de Mato Grosso, y un matadero y unidad de logística y deshuesado en el estado de Mato Grosso do Sul, como parte de su programa de ajuste de operaciones.
Fuente; El Cronista