La previsión de faltante de ganado vacuno para la comercialización lleva a pronosticar una suba de hasta el 10 por ciento en el precio de la carne que se vende en el mostrador en Corrientes, durante este segundo semestre del año. Esta proyección fue advertida por distintos sectores de la industria cárnica local en una ronda de consultas realizada por
Este comportamiento del precio está previsto independientemente del paro con bloqueo en el Mercado de Hacienda de Liniers en Buenos Aires, que realizan los sindicalistas de la carne (ver Continúan con la protesta en Liniers).
Si bien esperan que se produzca el incremento, las fuentes aclararon que sería moderado y que no superaría los 2 ó 3 pesos en los distintos cortes de carnes. Importa recordar que a fin del año pasado se registró una suba cercana al 80% en tan sólo pocas semanas.
Explicaron a este diario que el aumento se produciría ante la disminución de carne por faltante de ganado para su comercialización en el mercado nacional. Esta caída, según señalaron, se debería a las consecuencias de la estación invernal en los campos disminuyendo las pasturas para la alimentación y engorde. En este contexto hay menos oferta para la demanda y el precio se dispara hacia arriba.
Para los sectores vinculados con la actividad, un alto porcentaje de la industria cárnica en el país depende de la producción de ganado vacuno que es producido por el sistema extensivo, es decir a cielo abierto, alimentado por la pastura del suelo. En menor cantidad, se trabaja de forma intensiva, que es la cría en corrales, con una alimentación diferente y suministrada por el productor.
De acuerdo con las expectativas, el precio del kilo de puchero en una carnicería de un barrio de esta ciudad, que actualmente está entre 8 y 9 pesos, iría a $10 u $ 11. La pulpa que se paga entre $19 y $ 20, ascendería entre $22 y $ 23. El asado, que está entre $13 y $ 15, llegaría a $17. La carne molida común subiría de $12 a $14 y la especial, de entre $18 y
La concreción de esta anunciada suba profundizaría la merma del consumo que hace años se viene observando en el país. Mientras tiempo atrás se estimaba que cada argentino comía al año más de 100 kilos, actualmente se estima que redujo a
“Una de las acciones que puede servir como barrera para detener las subas por consecuencia del impacto estacional que disminuye las pasturas, consiste en reducir eslabones en la cadena de intermediación para la llegada de la carne desde el productor ganadero hasta el mostrador”, dijo el comerciante Humberto Kalataki.