Los animales de una ganadería de 16 bovinos en Miyazaki (sur) fueron sacrificados. «Tenemos que contener la propagación al máximo», explicó Hideo Higashikokubaru, gobernador de la prefectura.
Un responsable del ministerio de Agricultura anunció que inmediatamente Japón había «suspendido todas sus exportaciones de carnes de vacuno, porcinos y otros animales de pezuña partida».
La fiebre aftosa no había afectado ganadería en Japón desde el año 2000.
Este virus muy contagioso se transmite fácilmente entre los bovinos, porcinos, caprinos y ovinos, matando en general a los animales jóvenes. Son raros los casos en que afecte al ser humano.
Fuente Univision.com