Cada $100 de renta sobre los principales cultivos, los distintos niveles de gobierno se quedan con el 60%. El dato se desprende del último índice FADA del año, que mide cada trimestre la participación del Estado en su conjunto sobre la renta agrícola. Si bien el nivel de quita en impuestos es mayor al de septiembre, no marca diferencia a nivel interanual.
La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), en su reporte trimestral, describe que, considerando derechos de exportación de 30% para soja y 12% para el resto de los cultivos, la medición de diciembre de 2019 marca una participación de los impuestos sobre la renta agrícola del 60,4% para el promedio ponderado de los cultivos de soja, maíz, trigo y girasol. Es decir, que de cada $100 de renta (valor de la producción menos costos) que genera una hectárea agrícola, $60,40 se lo llevan los distintos niveles de gobierno.
Mientras que el promedio ponderado de cultivos a nivel nacional es de 60,4%, la participación del Estado en soja es del 64,5%, maíz 53,9%, trigo 53,5% y girasol 62%. Las diferencias entre cada cultivo radican en los impuestos, como el caso de soja que tiene 18% más de derechos de exportación que el resto, y en la renta que genera cada cultivo, a menor rentabilidad mayor participación relativa de los impuestos.
Ese 60,4% de participación del Estado, está compuesto por impuestos nacionales, provinciales y municipales. Los impuestos nacionales no coparticipables explican el 62,1% del total de impuestos que afronta una hectárea agrícola en Argentina. La composición central de estos impuestos son los derechos de exportación, a los que se le suma el impuesto a los créditos y débitos bancarios.
Los impuestos nacionales coparticipables entre el Estado nacional y los Estados provinciales, explican el 33,4% de los impuestos medidos. Aquí tenemos principalmente el impuesto a las ganancias (neto del impuesto a los créditos y débitos) y el IVA.Las provincias reciben parte de este 33,4% como coparticipación, y también recaudan diversos impuestos. En el Índice FADA nacional se consideran el impuesto inmobiliario rural y el impuesto a los ingresos brutos, con una alícuota reducida, ya que ni Córdoba ni Santa Fe, por ejemplo, cobran este impuesto. Así