El trabajo de vigilancia y monitoreo para prevenir el ingreso de la enfermedad al país, coordinado por el Senasa y en el que participan otros organismos públicos, permitió detectar en diciembre pasado, en dos predios de Salta, ejemplares de la chicharrita con la bacteria del HLB, una enfermedad que ataca a los cítricos provocándole severos daños, con su consiguiente impacto económico y social, dado que al día de hoy no tiene cura.
Ante el resultado positivo de las muestras de Diaphorina Citri analizadas en el laboratorio de
La detección de sintomatología sospechosa de HLB en citrus es de denuncia obligatoria en el marco del Programa nacional de prevención de la enfermedad que lleva adelante el Ministerio de Agricultura de
Las tareas de monitoreo, en busca de Diaphorina y síntomas sospechosos del HLB incluyen la inspección de montes de producción, viveros, arbolado público y terrenos particulares.
La información obtenida de los monitoreos permite un diagnóstico actualizado de la situación sanitaria de las distintas zonas, con datos sobre la presencia del vector y/o la detección de focos, posibilitando el desarrollo de acciones de contingencia más eficientes.
Alrededor de 40 monitoreadores del Senasa equipados con dispositivos de geoposicionamiento satelital (GPS) trabajan en las zonas citrícolas de las provincias del NOA y NEA y Buenos Aires.
Además el Servicio realiza controles en fronteras y rutas dado que uno de los principales vehículos para la dispersión de la enfermedad lo representa la introducción ilegal de plantas y materiales hospederos de la bacteria del HLB y de su insecto vector, y la comercialización de plantines y plantas ornamentales que no cuenten con la certificación correspondiente o provengan de plantas madres que no puedan demostrar su trazabilidad.