El procedimiento se llevó a cabo, cuando una patrulla se desplazaba por un camino terrado que conduce al puerto “falso”, sobre el río Uruguay, sorprendiendo a un ciudadano, mayor de edad, transbordando los fardos de tabaco de una camioneta Ford f 100 (vieja) a una canoa de madera a remos, que se encontraba amarrada a un árbol a orillas del río. El hombre manifestó ser el propietario del tabaco. Se secuestró la mercadería, por encontrarse en infracción a la ley 22.415 del (Código aduanero), contrabando de exportación. La mercadería secuestrada tenía como destino final la vecina república del Brasil.