12.07.16 La provincia de Formosa se propuso hace 5 años, como meta de una planificación que en 2011 se promocionaba como “Plan Estratégico 2015”, llegar a las 3 millones de cabezas de ganado para el año 2015, lo que fue un fracaso, ya que según los datos de varias instituciones vinculadas a la materia, este año, Formosa cuenta con 1.749.000 cabezas de vacunos, en las diferentes categorías.
Si bien, la provincia fue golpeada en los últimos quince años por fuertes sequías, y años –como los recientes- con inundaciones cíclicas por exceso de precipitaciones, lo cierto es que la meta no fue alcanzada por las autoridades provinciales.
Fracaso
Cuando en 2011, el ministro de la Producción y Ambiente, Raúl Quintana destacaba en el diario La Nación que desde el año 2000 al 2011, la provincia había incrementado su stock ganadero en casi 700 mil cabezas, casi alcanzando las dos millones de cabezas de ganado vacuno, apuntaba sobre la planificación por ese entonces en marcha, que tenía como desafío llegar a los tres millones de animales en 2015.
En ese mismo criterio, el titular de Producción y Ambiente de la provincia señalaba como meta intermedia, unas 2.200.000 cabezas para el año 2013, lo que, según los registros del SENASA, unos 1.700.000 cabezas, no alcanzó, siendo medio millón menos que lo previsto por los organismos oficiales provinciales.
Si bien hay una gran cantidad de variables que pueden afectar al ritmo de crecimiento del ganado en la provincia, había serios planes de acentuar la realización de pasturas, el cambio del uso del suelo, respetando el plan de ordenamiento territorial y el mejoramiento genético continuo y de aguadas.
El avance hacia los tres millones de cabezas quedó inconcluso, y en el trámite, la provincia apenas alcanzó a mantener el número de cabezas de los últimos años, sin decrecimiento ni crecimiento significativo interanual.
Carencia de
establecimientos
Una de las carencias que adolece el sector en Formosa, es la falta de un número importante de establecimientos que industrialicen los cárnicos, que esté acorde a la cantidad de cabezas de ganado que maneja la provincia.
La cantidad de cabañas que trabajan el valor genético, la ampliación de sectores de cría e invernadores, no tuvieron el suficiente impulso para poder alcanzar la meta de gobierno que debía cumplirse el año pasado.
Por otra parte, la instalación de frigoríficos que puedan tener un parámetro futuro de exportación, y a nivel interno, que puedan alcanzar los estándares necesarios para acreditar el tráfico federal de carne, son metas paralelas al crecimiento de la hacienda en la provincia, que deben ser el norte de los esfuerzos privados y oficiales para el fomento de la industria cárnica local.
Concentración
En nuestro país, durante mucho tiempo el sector privado ha puesto todo el énfasis en la localización de sus industrias en el centro del país y son éstas las que cuando hacen su evaluación les cuesta optar por Formosa para realizar inversiones.
Es por eso, que en Formosa faltan políticas de fomento a la industria, que brinden mejores condiciones de habilitación, desembarco y quita de impuestos, a fin de favorecer la llegada de inversiones y tentar a la radicación de industrias.
El arraigo de empresas no sólo repercutirían favorablemente en los ciclos productivos de la carne, sino que serían generadoras de empleo genuino para la mano de obra local.