Si bien este 5 de junio es el día en que todos nos preocupamos un poco más por el medio ambiente, ya que celebramos su día, para nadie es un misterio que los santiaguinos enfrentan importantes problemas de contaminación atmosférica, y que el fenómeno global del efecto invernadero agrava aún más esta situación.
La autoridad ha realizado importantes acciones para disminuir los niveles de contaminación, pero el problema persiste. Según el director de
“Cualquier árbol nuevo que se plante en un lugar donde antes no había, contribuye a mejorar el paisaje, la calidad del aire, y la calidad de vida de las personas. Además, se contribuye a diminuir el efecto invernadero, ya que los procesos fisiológicos que ocurren en las plantas, absorben parte del CO2 atmosférico, uno de los principales gases que causan el calentamiento global”, explicó.
En
Honeyman afirmó que en la zona central se recomienda plantar especies adaptadas a las condiciones edafoclimáticas mediterráneas, es decir, especies nativas pertenecientes al Bosque Esclerófilo. “Una especie muy resistente que cumple las condiciones para ser utilizada en este tipo ambientes y que además tiene interés productivo, es el Quillay, especie endémica de la zona central de Chile, que crece de forma natural entre
El Quillay contiene en su madera, corteza y hojas, altos contenidos de extractos llamados saponinas, los que se utilizan en diversas industrias, desde la alimenticia a la farmacéutica, y además, es un árbol muy utilizado para la apicultura en la zona central, por su fuerte floración y alta calidad de la miel que genera.
Por otra parte, dada su resistencia y adaptabilidad a suelos pobres y áridos, el Quillay es un árbol muy útil para recuperar suelos degradados y erosionados, en especial en la zona semiárida chilena.
Pero la plantación de Quillay es sólo una solución dentro de una oferta aún más amplia. El director de
Estos sistemas ayudan a diminuir la temperatura de la ciudad, la contaminación atmosférica, y además protegen la fauna silvestre que vive en la ciudad.
Según Honeyman, “esta innovación podría aumentar significativamente la proporción de áreas verdes por habitante en Santiago, contribuyendo además al ahorro energético, ya que, los Techos Verdes regulan la temperatura en edificios, ahorrando calefacción en invierno y aire acondicionado en verano”.
Fuente: Lasegundaonline Chile