En medio de este contexto que erosiona la rentabilidad, con costos internos crecientes y un tipo de cambio anclado, el sector apuesta al futuro gestionando el ingreso a mercados de máxima exigencia, como Estados Unidos y Japón.
“Hemos logrado embarcar las primeras variedades de mandarina. Llegamos a exportar cerca de un 18% más que el año pasado y cerca de 3 millones de cajas, que para la región es muy importante, porque alivia el mercado interno que está muy caído”, explicó Mariano Caprarulo, director ejecutivo de la Cámara de Exportadores de Citrus del NEA.
Pero de inmediato aclara: “Lamentablemente la fruta por la lluvia está llegando muy mal y el precio es malo y hay descuentos”.
A punto de partir hacia Bruselas, donde junto con el NOA y la Federación Argentina de Citrus, participa de un encuentro para evaluar la temporada pasada desde el punto de vista fitosanitario, Caprarulo repasó las grandes líneas de trabajo de la Cámara: el estricto cumplimiento de las cada vez más exigentes normas de calidad y de sanidad internacionales; las negociaciones avanzadas para ingresar a Estados Unidos, Japón e India; la limpieza anual de 3 millones de plantas con asistencia financiera parcial del Finver; la política de la entidad en el aspecto laboral y el sistema de trazabilidad, entre otras.
Aporte a la “paz social”
CECNEA aglutina a casi todos los empaques de exportación de Concordia, los de Chajarí y dos de Corrientes, que preparan más del 90% de la fruta de la región que se exporta. De los productores asociados a la entidad depende el cuidado de 10.000 hectáreas. “Año a año varían los volúmenes pero siempre estamos hablando de alrededor de 10 a 12 millones de cajas, 100.000 toneladas, y en términos monetarios de 110 a 120 millones de dólares”, precisó Caprarulo, aportando cifras que reflejan la importancia del sector en la economía regional.
“El impacto de la cadena de valor del citrus en mano de obra intensiva es importantísimo” y “aporta a la paz social”, remarca. “En forma directa, la Cámara atiende a más de 350 productores y en forma indirecta a un número aún mayor. La actividad da trabajo en forma directa a 20.000 personas e indirectamente la cantidad es incalculable, porque son tantos los insumos que demanda, como la madera, la cera, los tornillos, etc. Todo esto impacta en la región y es algo que hay que preservar y es importante ser muy equilibrado y prudente en el apoyo a toda esta actividad, porque realmente redunda en la paz social”, insistió el titular de
El programa de limpieza de plantas
“La provincia aporta el 35% de los fondos necesarios para toda esa limpieza a través de la asistencia financiera del Finver. No es un subsidio. Es una asistencia financiera que incluye intereses, donde la cámara actúa como garante de la devolución, donde están auditadas todas las carpetas de admisibilidad de cada empresa por los organismos provinciales y en campo también, auditados por el Instituto del Seguro de Entre Ríos porque hay un seguro de caución por si no se devuelve el dinero de la asistencia. Se va renovando año a año, porque la cancrosis lamentablemente es un mal endémico, y si bien lo combatimos abiertamente en todos los flancos con gran seriedad, llueven 1500 milímetros y se agudiza y nunca se va a terminar de ir”, explica Caprarulo.
La forma en que la citricultura del nordeste enfrenta a la cancrosis es considerada un ejemplo en el mundo: “Tenemos el único sistema en el mundo, lo que es un orgullo, que permite exportar desde lote libre en una zona endémica. Nosotros somos una zona endémica donde gracias a este sistema aprobado por la Unión Europea, nos ha permitido que se exporte de esta manera. En otros países, como el Estado de Florida en Estados Unidos, han copiado el sistema”.
El programa de limpieza también impacta en el campo laboral. “Es un gran paliativo en la inter zafras para que haya trabajo en momentos en que no hay cosecha de frutas”, resalta el director de Cecnea.
La cuestión laboral
Caprarulo explica que “la política de la cámara obviamente es el trabajo decente y registrado. Todos los empaques tienen su personal en relación de dependencia, porque tienen que tener toda la cadena ordenada por el IVA, y además porque lo que interesa desde el punto de vista social y en la forma de comprometerse es que el personal pertenezca a la empresa”.
Pero aclara que “en esto la cámara sólo puede aportar una línea de pensamiento. Después, cada empresa, en la medida en que se maneje dentro de la ley, tiene la opción de tener personal en relación de dependencia o contratar sociedades de servicios, porque es muy claro que las cooperativas de trabajo están prohibidas hace tiempo y hace tiempo lo que se contrata son sociedades de servicio, regularmente inscriptas, con personal todo registrado”.
La Cámara recomienda “que el mismo empresario o productor, en las medidas de sus posibilidades, para evitar riesgos, controle la actividad registrada y colabore con el Estado en ese aspecto. De hecho muchas empresas que conozco lo hacen, han puesto sistemas de auditorías internos, que conjuntamente con los controles que hace el Estado y el sindicato, etc. etc. llegan a buen puerto, en el sentido de tener todos los trabajadores que integran las sociedades de servicio debidamente registrados”.
Para el sector exportador, el cumplimiento de las obligaciones laborales incide favorablemente en las ventas al exterior. “Hoy las empresas están ordenadas, cumpliendo no solamente con la legislación laboral, previsional y comercial sino también con las exigencias de calidad, en el empaque, en la cosecha, en las buenas prácticas. Esto ha permitido mostrarlas al mundo como empresas serias que cumplen con sus compromisos”.
El reconocimiento norteamericano
El máximo examen aprobado por la citricultura del noreste argentino ha sido la visita de representantes norteamericanos, para explorar negocios conjuntos.
Caprarulo cuenta que “han venido los mejores técnicos de USA, han venido productores interesados en invertir en la zona, que han quedado maravillados, no sólo con la calidad de la fruta sino también con el management integral de los empresarios y productores, muy bien impresionados con la calidad del trabajo de la gente, porque es artesanal pero la gente está muy calificada. Está todo en una posición óptima para poder entrar al mejor mercado del mundo, como es Estados Unidos, y ahí cambiaría mucho el negocio, porque Estados Unidos es un mercado que además de pagar bien está requiriendo más mandarina y rinde cuatro o cinco veces que cualquier otro mercado”.
Otros mercados están también en la mira. “Seguimos trabajando la posibilidad de una apertura de India. Si bien es difícil, pudimos realizar negocios con el sudeste asiático. Hicimos, costeando los productores el 100% de la inversión, el trabajo en mandarinas para entrar a Japón y están por venir los técnicos japoneses a recorrer nuestras plantaciones. O sea, el esfuerzo es muy importante, pero es gratificante ver que lentamente, como son todos estos procesos, el reconocimiento en los mercados se logra”.
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