En una exposición sobre la actualidad del algodón en el país, Santiago Casares, el vicepresidente de Gensus S.A. (empresa de capitales argentinos) que tiene el único semillero en la Argentina en la localidad de Avia Terai, dio una visión muy acertada sobre la semilla y la relación con otros países.
El empresario dice que en Argentina la productividad ha crecido en niveles cercanos a los internacionales y en esto ha tenido mucho que ver la adopción en el total de la superficie de las variedades BG, RR y RRBG y el mejoramiento varietal producido por el INTA.
Y es acá donde encontramos el primer motivo que explica la coyuntura actual: los países competidores hoy están utilizando dos generaciones de eventos más avanzadas que nosotros, que son el BG II y BG III. Respecto del mejoramiento varietal o de germoplasma en algodón estamos en inferioridad de condiciones respecto de otros cultivos en nuestro país.
Mientras en trigo hay 90 variedades activas y en soja hay 300, en algodón hay 4. Más del 80% de la superficie está sembrada con variedades que tienen más de 7 años. El INTA es el único desarrollador de variedades de algodón en nuestro país y sus últimas variedades inscriptas en 2009 no están comercialmente disponibles en sus versiones BGRR.
Mientras tanto, en trigo y soja aparecen decenas de variedades nuevas cada año. Sin duda esto tiene que ver con el bajo uso de semilla certificada y desconocimiento de los derechos del obtentor, por parte de los productores y el Estado nacional, en el cultivo de algodón.
Una crisis que se veía llegar
La crisis del algodón, todos los saben, es producto de una serie de factores que vinieron dándose en forma sistemática. No fue de la noche a la mañana que se dejó el algodón para hacer soja o girasol.
Fue todo un proceso. Pero no hay ningún gobierno provincial que esté exento de responsabilidades en los últimos 15 años. Hubo desprotección y hasta falta de controles efectivos en la aplicación de protocolos, planes de lucha contra plagas, por mencionar algunos aspectos.
Hay que admitir que los problemas del algodón no se resolvieron en zona algodonera… Y es un error poner en la mesa de discusión el hecho de que el picudo es el principal problema del algodón.
Los legisladores nacionales chaqueños también tienen su cuota de responsabilidad como los gobernadores que no han logrado colocar el tema algodón en la agenda nacional.
¿Por qué el Chaco, como principal provincia productora del textil, no pudo hacer bien los deberes en tantos años?
Un fin de año para el análisis El año que se termina golpeó a determinados sectores de la producción primaria, a la agroindustria de provincias como el Chaco y acorraló a la franja de pequeños y medianos productores. Hay sectores de la producción que tuvieron su recupero, pero siempre está latente de que el Estado ponga su pie sobre los productores: le ha quitado retenciones, pero sigue alto el costo laboral y el costo de existir como unidad productiva, no solo por lo que implican los valores de los insumos agropecuarios, sino también por la presión fiscal y previsional.
La tarea periodística de NORTE nos ha permitido recorrer gran parte de la provincia, pudiendo observar en los días previos a la Navidad máquinas cosechadoras y sus casillas rodantes desplazarse de un lugar a otro para la trilla del girasol.
Los aumentos del gasoil también han jugado fuerte y hay un informe que señala que el Estado se queda con el 63% de la renta agrícola.
En trigo no nos fue bien
La provincia del Chaco logró cosechar 67.899 de toneladas de trigo cerrando así con uno de los hectareajes más bajos de las últimas campañas. En la campaña 2016/2017 se lograron implantar 67.480 has.
La mayor concentración del cereal de invierno se dio en las cercanías de las localidades de Charata, General Pinedo, Gancedo, Bandera y Hermoso Campo; mientras que la participación es más limitada en las localidades de Sáenz Peña, Avia Terai y Pampa del Infierno, según los datos aportados a NORTE Rural por Aníbal Vilchez, titular de la Dirección de Apoyo Territorial y Agencias.
El Chaco bajó de 130.000 hectáreas implantadas en la última campaña a solo unas 67.480 sembradas en este año que se termina.
Fuente: Diario Norte