Se trata de un sistema totalmente novedoso en el proceso de secado para el sector yerbatero. Se caracteriza por generar múltiples beneficios ambientales (utiliza un material -el aserrín- residual, no contamina el aire y evita la tala de árboles hasta ahora destinados a leña), le imprime calidad a la yerba (el método es más higiénico que el tradicional) y seguridad a la tarea.
El sapecado
El proceso de secanza de la yerba mate a partir de la hoja verde posee dos etapas bien diferenciadas: el sapecado y el secado propiamente dicho, los cuales se realizan utilizando leña vegetal como combustible.
Si bien la etapa de secado propiamente dicho ha evolucionado con el tiempo, existiendo a la fecha diversos sistemas como el secado a barbacuá, cinta, rotativo, neumático, etc., el sapecado es la etapa donde no han cambiado los principios de que las hojas en movimiento tomen contacto con la llama dentro del sapecador, por un corto período de tiempo, a fin de producir la inactivación enzimática, proceso indispensable y de gran importancia en la futura calidad de la yerba elaborada.
La fuente calórica del sapecado fue desde siempre la leña vegetal, insumiendo este paso aproximadamente un 50% del gasto total de un secadero, dependiendo del sistema posterior empleado.
Ante la preocupación por el excesivo uso de la leña vegetal como fuente de calor para éste proceso, de cara a un panorama que se presenta incierto desde el punto de vista legal con la entrada en vigencia de la ley de áreas protegidas ( Ley Bonasso) y teniendo en cuenta que la preservación del medio ambiente debe constituir un principio en cualquier tipo de producción primaria o industrial, se generó desde
Sistema de funcionamiento
El proyecto consiste en reemplazar el uso de la leña vegetal en el sapecado, por un sistema de reactores que provocan llama a partir de la combustión del aserrín, al que previamente se le extrae la humedad. El principio consiste en conjugar en forma armónica tres componentes para el correcto funcionamiento del reactor, actuando el aserrín como combustible, el oxígeno como carburante y el calor o temperatura de ignición. Una vez que se juntan estos factores, se produce una reacción en cadena hasta que se corta uno de los tres componentes.
Ventajas del nuevo sistema
Son muchos los aspectos sobresalientes del uso de aserrín en el sapecado de la yerba mate:
Es una alternativa viable ante la cada vez más escasa disposición de leña para la industria yerbatera.
Mejora cualitativamente las características del producto final.
Conserva los bosques nativos (y toda la biodiversidad que allí se genera): en el secadero de Copetegla se procesan unos 9 millones de kilos de hoja verde de yerba por año, y eso traducido a hoja sea representa unos 3,200 millones de kilos.
Para lograr esa cantidad destinan, con el nuevo sistema de sapecado, poco más de un millón de kilos de aserrín. Si el elemento utilizado fuese la leña, se talarían varías hectáreas de monte. Algunas investigaciones indican que se cortan mil hectáreas de bosques nativo e implantado por año para atender la demanda de sapecado y secado en toda la zona productora de yerba mate.
Evita la contaminación atmosférica: El sistema trabaja a combustión completa, no libera “humo”, monóxido de carbono (CO). “En este sapecado -contó Kupski, creador de la maquina- tenemos CO de tres partes por millón, y eso implica que estamos dentro de las normas ISO”.
– Reaprovecha un material de descarte: El aserrín es un producto no utilizado, normalmente destruído a través del fuego y con la consecuente contaminación atmosférica.
Mayor seguridad para el “foguista”. El 70 por ciento del sistema de sapecado con aserrín está automatizado, con lo cual el trabajo hombre se realiza con mayor seguridad. Cabe aclarar aquí que el tambor de sapecado alcanza los 1550 grados centígrados.
Menores costos operativos: Con el nuevo sistema de sapecado se ahorra entre un 35 y 40 por ciento de leña, según datos preliminares. Por ejemplo: para procesar cinco mil kilos de yerba verde se utilizan 650 kilos de leña, pero si la opción es el aserrín esa cifra baja a 400 kilos.
Si bien el sistema de sapecado con aserrín ya está funcionando a escala industrial en Copetegla, sus responsables anunciaron que el esquema será optimizado.