¿Qué es el Rulo y qué medidas se recomiendan para evitar su aparición?
«Ante la aparición de plagas, que suelen ocurrir en esta época del año, reiteramos la importancia del manejo sustentable en los yerbales, generando condiciones para la presencia de insectos benéficos, que son enemigos naturales de esas plagas, que controlan naturalmente su presencia», señaló el director por Cooperativas en el INYM, Danis Koch, en el marco del reciente registro de Rulo en plantaciones de yerba mate de la zona productora.
Los conceptos de Koch van en línea con los trabajos que el Servicio de Extensión Yerbatero del INYM viene realizando en las chacras, orientado a restablecer el equilibrio natural en las plantaciones de yerba mate, no sólo para lograr la presencia de predadores naturales sino también para retener el agua de lluvia, recuperar el suelo y lograr una productividad sostenida en el tiempo. Es decir, ir hacia el sistema agroecológico.
El Rulo
Un estudio de María Elena Schapovaloff, licenciada en Genética, Dra. en Ciencias Naturales, investigadora del INTA – CONICET e integrante del INTA – EEA Montecarlo, explica que “se conocen 86 especies de insectos que se alimentan de diferentes partes de la planta de la yerba mate, pero pocas pueden considerarse plagas ya que la mayoría ocurre esporádicamente en bajos niveles poblacionales, sin causar daño económico”.
El “Rulo o Psilido de la yerba mate” es un insecto que puede ser considerado como plaga por su efecto sobre la producción, disminuyendo la cantidad de hojas en las plantas.
¿Cuáles son las características del insecto Rulo?
“Los adultos presentan alas transparentes, miden menos de 3 milímetros, y son de color variable, entre amarillo y verde. Tienen antenas largas de color pardo oscuro y patas posteriores preparadas para pegar grandes saltos. Succionan savia de las hojas nuevas y brotes. Las hembras además introducen su estilete junto a la nervadura central de la hoja del yerbal, e inyectan sustancias tóxicas antes de la oviposición, causando hipertrofia en los tejidos y dando origen a las estructuras llamadas “rulos o agallas”.
¿Cómo actuar ante su aparición?
En general, los principales ataques de plagas se dan una vez que ingresa la primavera, coincidiendo esto con el aumento de temperatura y la principal época de brotación de la planta de yerba mate.
Son cuatro las principales plagas que se observan en el cultivo de yerba mate: “Taladro o tigre de la yerba mate”, “Rulo o psilido de la yerba mate”, “Marandová u oruga rabuda” y ácaros: “ácaro del bronceado”, “ácaro rojo”, y “ácaro blanco”.
Equilibrio ambiental, necesario
La presencia de plagas en los yerbales disminuye con un manejo adecuado de suelo, planta y ambiente.
“En yerbales equilibrados naturalmente (manejo de suelos apropiados, fertilización adecuada de las plantas, presencia de enemigos naturales, cosecha) se mantienen los niveles de plagas por debajo del umbral de daño económico, disminuyéndose en gran medida el ataque de las plagas en el cultivo, y la aplicación de fitosanitarios”, resalta Schapovaloff.
Es decir, y reiterando lo ya mencionado en otras ocasiones: a mayor equilibrio ambiental, menos posibilidad de ataque.
Recomendaciones
• Manejo adecuado del suelo, planta y ambiente favoreciendo la producción sustentable (cuervas de nivel, sistematización de caminos y suelos, incorporación de otros árboles al yerbal, cubiertas verdes, cosecha).
• Propender al manejo integrado y biológico de plagas (con la presencia de diversidad de especies vegetales y arbóreas que hospedan enemigos naturales de las plagas en los cultivos).
• Monitoreo permanente, e identificación temprana y correcta de las plagas y sus enemigos naturales.
• Evitar el uso de fitosanitarios; en caso de optar por esta alternativa, siempre se deben utilizar productos registrados y autorizados por el SENASA con la habilitación para el uso en el cultivo de Yerba Mate, y realizar un cuidado intensivo manejando la vegetación natural con herramientas manuales como azadas y desmalezadoras en las líneas de plantación.
• Recordar que el uso de insecticidas disminuye la presencia de los depredadores naturales (muertos por el uso de insecticidas químicos de amplio espectro de acción – como los piretroides), es decir, de los predadores que evitar la presencia de plagas.