Los productores se quieren desprender de las cosechas: hay demasiada oferta y poca demanda
Es de manual. Si cuandoaumenta la oferta de un producto cae al mismo tiempo la demanda, el precio se desploma y los ingresos de los productores terminan por el suelo.
Es lo que está sucediendo en el mercado mundial del té a raíz del golpe de Estado y el derrocamiento de Mohammed Morsi en Egipto hace dos meses.
Este país es el quinto importador de té del planeta. Hoy está sobreviviendo de prestado de otros países árabes.
Desfondado, con una fuerte caída en el consumo interno y creciente pobreza, no sorprende que la demanda haya sufrido y que el precio del té se haya desplomado a su nivel más bajo en tres años.
"Las crisis políticas afectan los valores. La situación de Egipto, por ejemplo. Pero además hay una superproducción. Todos quieren desprenderse de sus cosechas ya mismo", explica Nadeem Ahmed, director de Global Tea and Commodities LTD -compañía que comercia unos 55 millones de kilos de té anuales-.
Foto: Efe
El principal exportador de té del mundo, Kenia, no podía anticipar la crisis egipciaque, por razones climáticas y productivas, coincidió con la mejor cosecha del país desde 2003.
Esta conjunción de elementos llevó a que el precio del té de mediana calidad, conocido comoPekoe Fanning 1, cayera a fines de agosto a 2,64 dólares el kilo, una disminución de un 34% respecto al año pasado y el valor más bajo desde 2010.
Otros países afectados del este de Africa son Malawi, Uganda y Tanzania, algo que acaba de reconocer la East African Tea Traders Association (EATTA), que agrupa a las naciones exportadoras de la región.
El mercado del té se divide en el de alta calidad, que consumen los países desarrollados, y el de mediana y baja calidad.
Fuente: BBC Mundo