Si bien el paro se anunció con una duración de ocho días, para finalizar en la medianoche del viernes 4 de septiembre, gremialistas de las otrora regiones agrícolas núcleo, localizadas en la pradera, no descartaron ayer que la presión de las bases impulse una extensión de la protesta.
Asambleas. Desde
Sin embargo, la dirigencia del campo en pleno reconoce que no será sencillo «frenar tanta bronca» e impedir que se produzcan desbordes, aunque la sugerencia de los gremialistas fue la de no cortar rutas, pero todos respaldan la decisión de apostarse a la vera de los caminos, para que «los vean reclamando en todos lados, pero sin molestar a los transeúntes», indicaron desde el cooperativismo y el ruralismo confederado.
También aseguraron que no hay motivos para que se produzcan desabastecimientos de alimentos, habida cuenta que el cese de comercialización comprende a los granos destinados a exportación, así como al ganado enviado con destino a faena al Mercado de Liniers.
Precisamente en este ámbito, ayer ya se reflejó la contundencia que se espera para esta nueva protesta ruralista, con la recepción de alrededor de 8.000 vacunos que se vendieron en esa plaza, el histórico termómetro que mide el grado de adhesión a las medidas de fuerza impulsadas hasta ahora por el agro nacional.
Desde el ruralismo confederado, que presiden Mario Llambías y Néstor Roulet, al igual que desde
Podrán realizarse, empero, exposiciones y ventas de animales ya programados previo al anuncio de la protesta, en remates feria del interior o directas y el presidente de CRA, junto con el de Sociedad Rural, ya confirmaron presencia en las tribunas ruralistas de Salta durante el próximo fin de semana.