El espacio donde se atrapó al Yacaré corresponde a la superficie de una chacra y está ocupado por unas cuantas casas del personal del ejército, viviendas particulares e instalaciones de transformadores de Emsa.
Cabe apreciar que todo el centro de esa chacra originalmente estaba surcada por arroyitos que son tributarios del Aº. Itá, continúa manteniendo esas condiciones, y por lo tanto es muy cercano actualmente a la desembocadura del mencionado arroyo al Paraná; éstas existencias de cursos menores de agua hacen propicia la aparición en ese lugar de reptiles, donde incluso no sería extraño que pudiera haber otros ejemplares.
El ejemplar capturado tenía una longitud de 1,75 mts y en un primer momento fue llevado al Parque Ecológico El Puma, dependiente del Ministerio de Ecología y R.N.R. a efectos de su observación, estuvo allí una semana, decidiéndose por parte de los técnicos su pronta liberación.
En la víspera el animal fue nuevamente liberado en un ambiente de humedales adecuado para la especie, ahora disfrutando de su vida en libertad.