Concretamente, los expertos se han propuesto aplicar estos nuevos materiales a la fabricación de componentes internos de automóviles, tales como las espumas de poliuretano empleadas en los asientos, compuestos biodegradables aplicables al sector agrícola como macetas, soportes para el crecimiento vegetal o encapsulación de fertilizantes y pesticidas, y en la producción de envases y embalajes para alimentos, productos químicos y cosméticos.
Esta propuesta contribuirá a paliar los efectos del cambio climático, debido a que al utilizar derivados de la madera se incentivará el cultivo de árboles en detrimento del consumo de derivados del petróleo. Además, esta medida permitirá que se generen muchos productos reciclados o aprovechados después de su vida útil, evitando el impacto ambiental ocasionado por los residuos.
Fuente: Ideal.es