Desde hace más de dos semanas, los medios de comunicación transmiten el pésimo momento que esta pasando la economía griega y como esta chispa esta amenazando polvorines en otros países de
Las consecuencias de lo que esta sucediendo en estos momentos afectara de forma franca la realidad económica de cualquier jugador presente en el sistema, aun los que están a miles de kilómetros. En particular, en este artículo interesa analizar como afectaría a un exportador de peras de Río Negro o un empacador de limones de Tucumán, la crisis nacida al pie del Partenón.
El euro ya no es tan caro
Desde que se comenzó a balbucear sobre la necesidad de asistencia y rescate a la economía helena, la confianza en el euro estuvo en caída libre por varios días, pasando su cotizacion de
Extrañando el consumo
Todos los ajustes presupuestarios y recortes salariales tendrán un efecto drástico en el consumo diario de los ciudadanos, pues simplemente habrá menos dinero en los bolsillos de los consumidores. Lamentablemente para la actividad exportadora argentina, un ciudadano español o griego, que cuenta con 20% menos de ingresos nominales y tiene que hacer recortes en su economía domestica, consumirá menos y además, de forma diferencial, bajando la calidad en sus compras y priorizando la fruta local y de estación.
La creencia de las autoridades económicas europeas es que el fuerte ajuste que se vivirá en los próximos meses tendrá efectos positivos a largo plazo. Se espera que los recortes presupuestarios logren un saneamiento de las economías, lo que en el futuro impulsaría el crecimiento y el consumo, algo que está por verse. En la historia económica mundial los ajustes modelo FMI transformaron las tendencias a la baja del ciclo en recesiones y las recesiones en depresiones, pero cualquiera sea el caso se trata de un problema que ya atañe a las floraciones futuras de los frutales argentinos.
Por lo tanto, al menos en los próximos 12 mese, todo lleva a inferir que más que nunca, una buena campaña para la fruta de ultramar dependerá de coyunturas con baja producción Europea.
Resto de 2010 para la campaña de pepitas
Para la fruta que
No obstante, para los embarques que están todavía en el agua o embarcándose, la merma en rentabilidad será aun mayor, pues los fletes se pagaran con un tipo de cambio en torno a los 1,23. Los adelantos y pagos a cuenta serán casi en su totalidad con un tipo de cambio inferior a las previsiones iniciales de la campaña.
La mayor incógnita es que nadie sabe todavía donde se frenará la pérdida de valor de la divisa europea. Esto es por demás nocivo para la toma de decisiones, pues se trata de pérdidas en torno al 10% sobre el valor CIF de la fruta, incoterm hasta donde todos los gastos son en moneda estadounidense.
El problema mayor es que el impacto del tipo de cambio en el costo CIF afecta de forma importante al resultado por la fruta pura, es decir, toda la ineficiencia cambiaria en los costos como envases, servicios, impuestos, y fletes termina perjudicando el resultado neto para el producto puro. Si el costo CIF es de 17 dólares para 18 kilos de peras, el resultado para la fruta que se embarco con previsiones de 1,34 como tipo de cambio pero que terminara cerrando a 1,24, implica una perdida de casi U$S 0.10 por Kg de fruta en el árbol.
La magnitud de la pérdida todavía no se conoce, pero es seguro que se verán nuevamente mesas de negociación a fin de año por liquidaciones menores a las esperadas o prometidas.
Resto de 2010 para cítricos
La campaña de cítricos comenzó hace unas semanas y los efectos serán diferentes según la variedad.
En el caso de las mandarinas, y sobre todo
Ya con un tipo de cambio de 1,34, las perdidas iban a ser importantes debido a los bajísimos precios logrados. Ahora, al cerrar las liquidaciones con un TC (tipo de cambio) de 1,23, los resultados FOB serán para el olvido.
La situación que enfrentan los exportadores de limones y naranjas es mejor, pues la campaña acaba de comenzar, y pueden al menos tomar decisiones para no caer en la incertidumbre del TC.
Las expectativas de la campaña de limones son favorables, básicamente en la cuestión industrial, pues este año el negocio viene sostenido por ese lado. Además, la participación de compradores finales en mercados extra europeos es muchísimo mayor que en el caso de los limones en fresco. Es una ventaja importante que el comprador pueda vender a sus clientes en la misma moneda en que compró el producto.
Esta situación no es la misma que gozan los importadores europeos.
Cotizar una caja de limones a 18 dólares FOB implica un CIF de 20,77 en un puerto europeo, y de 22 dólares en San Petersburgo. La diferencia es que en el caso de un importador holandés, por ejemplo, tendrá que vender el kilo 0,07 euro más caro de lo que pensaba, si no quiere perder 1,50 dólares por caja, solo por tipo de cambio.
El problema es que cuando los precios de costos son muy altos, es muy difícil vender todavía más caro solo para compensar pérdidas cambiarias.
Luego sigue la discusión de si los 1,50 dólares de pérdida por caja serán a cargo del importador o del exportador, dependiendo por supuesto de la forma de trabajo que hayan pactado.
En la situación del importador Ruso, tendrá que vigilar solamente la evolución de su moneda local, el rublo. El mayor problema, es que si no se toman seguros de tipo de cambio, esta lógica se termina convirtiendo en una ruleta o juego de azar.
Lamentablemente para el sector de exportaciones en fresco, esta es otra variable que afianza la coyuntura favorable al sector industrial.
El manejo de stocks, poder regular los embarques cuando los contratos sean los convenientes, negociando hasta seguros de tipo de cambio, es algo que no se puede ostentar en las exportaciones de cítricos frescos, donde se habla de alimentos perecederos y el volumen obliga a embarcar sin manejar tiempos ni condiciones favorables.
Fuente: Friticulturasur Por Roberto Voet