El 22 y 23 de abril se llevará a cabo la Cumbre de Líderes sobre el Clima, un evento que reunirá de manera virtual a 40 líderes globales para discutir cómo desencadenar el cambio transformador requerido para enfrentar la crisis climática. Organizada por el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, contará con la participación Alberto Fernandez representando a la Argentina. Ese evento marca el inicio de un año decisivo para la acción climática y es una oportunidad para acelerar el impulso político necesario para garantizar un resultado exitoso en la COP26 y sentar las bases para una acción efectiva en los próximos años.
Manuel Pulgar-Vidal, líder global de Clima y Energía de WWF, dijo: “La misión principal de los líderes que asisten a esta cumbre debe ser propiciar los esfuerzos que mantengan la meta de 1,5°C al alcance. Deben anunciar acciones tangibles que aceleren el cambio transformacional necesario para reducir a la mitad las emisiones globales hasta el 2030. No alcanzaremos este objetivo si no desatamos la voluntad política necesaria para garantizar un resultado exitoso en la COP26 y no ponemos sobre la mesa los elementos necesarios para implementar estos planes, como el financiamiento climático. Esperamos ansiosamente que los países más ricos del mundo, incluido Estados Unidos, lideren con el ejemplo, mostrando mayor ambición y poniendo en práctica las promesas”, agregó.
Pulgar-Vidal dijo que los compromisos asumidos por las ciudades, las empresas y otras organizaciones subnacionales también deben reflejarse en los planes climáticos nacionales y deben estar respaldados por entornos políticos propicios. «Muy específicamente, los líderes deben incluir políticas y acciones concretas para ampliar las soluciones basadas en la naturaleza y eliminar gradualmente los subsidios dañinos, comenzando por eliminar todos los subsidios a los combustibles fósiles«.
Además, alentó a los líderes a suscribirse al Compromiso de los Líderes por la Naturaleza y a acelerar la implementación de estos convenios.
El enfoque general de la cumbre es aumentar la ambición climática. Esto es más evidente en los planes climáticos nacionales (o contribuciones determinadas a nivel nacional, NDC) que los países deben presentar a la ONU como parte de sus compromisos del Acuerdo de París y en las estrategias a largo plazo. Abordar estos son problemas críticos de adaptación, resiliencia y financiamiento climático.
“Argentina ha dado un paso importante en este sentido, anunciando su compromiso con la carbonos neutralidad para el 2050 y comprometiendo un Plan Climático Nacional significativamente más ambicioso. No obstante, es necesario aumentar la velocidad en la implementación de esos compromisos. Evitar la trasformación de ambientes naturales para el avance de las producciones agrícolas, ganaderas y urbanísticas es central. Apostar a una mayor penetración de las energías renovables y el incremento de la eficiencia energética y a una gradual electrificación del sistema energético, a la vez que se promueve una transición justa que no deje a nadie atrás en el proceso de reconversión productiva e industrial. Para ello las inversiones necesarias para la recuperación económica, no sólo deben ser realmente verdes, sino socialmente responsables”, señaló Manuel Jaramillo, Director General de Fundación Vida Silvestre Argentina.