Según pronostican los expertos, el invierno vendrá escaso de lluvias y con fuertes dificultades para los cultivos de esta temporada y también para la ganadería, pues se espera que haya heladas, lo que afectará al pasto. Pero las consecuencias de la intensa sequía ya se sienten en el agro correntino, donde el sector arrocero anunció pérdidas por 17 millones de dólares y, desde Bella Vista, los citricultores dijeron que la fruta no logró un tamaño óptimo para la exportación.
La pronunciada falta de precipitaciones se evidencia también en los cauces de los ríos Paraná y Uruguay. En este último ya se restringe la navegación de grandes embarcaciones y la pesca.
“Con temperaturas por encima de lo normal y precipitaciones por debajo, es imposible pensar en que los suelos se normalicen en los meses de otoño e invierno”, dijo a un medio de prensa porteño Juan Alberto Fortelai, experto del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Conicet).
“Debido a las precipitaciones escasas, no se logró reponer la humedad en los suelos, por lo cual la siembra de la cosecha fina encontrará graves dificultades”, destacó Eduardo Sierra, climatólogo de
Fue en ese sentido que Carlos Achitte, presidente de
Explicó que “la industria siempre es la que le da valor agregado a la fruta y paga la tonelada de limón 250 pesos puesto en fábrica. El productor, en cambio, tiene que cosechar, pagar el camión para llevar a la industria y recibe por la tonelada 80 pesos, con eso no le alcanza para cubrir los costos”.
Además, “las ventas han caído enormemente entre un 30 y 40%, y el productor sigue trabajando a pérdida”.
“Si bien el sistema de riego por goteo ayuda a que la fruta tome tamaño, los productores tratan de no usarlo mucho porque el costo de la energía es muy alto. Todo eso hace que la fruta no tenga el tamaño adecuado y ya no cumple con el requerimiento para ser exportada. La calidad es buena, pero no tiene el calibre para comercializarse como fruta fresca en la mayoría de los casos”, detalló el productor.
En cuanto al sector arrocero se calcula que habrá una merma de entre 400 y
El presidente de
“Estas 6 mil hectáreas en las estimaciones de kilo por hectárea significan aproximadamente
Recordó que en la campaña pasada se obtuvieron 552 mil toneladas, mientras que para ésta esperan, “con suerte, obtener la misma cantidad, o tal vez un poco menos”, teniendo en cuenta que las pérdidas se ven compensadas con 10 mil hectáreas más sembradas.
“De esas 10 mil que se sumaron, hay una afectación mayor, por lo que creemos que no lograremos alcanzar la misma cantidad de toneladas cosechadas que la que tuvimos en la campaña pasada”, dijo.
La zona más afectada fue la de las localidades ubicadas en el centro-sur provincial, porque las arroceras se alimentan de represas que sufrieron en demasía la sequía, pero a su vez es la zona donde se ubican las plantaciones más productivas y las grandes empresas, que, en términos generales por el nivel de inversión y proyección, pueden absorber las pérdidas.
No sucede lo mismo con los pequeños productores de la zona de algunas comunas como Saladas y San Roque, porque poseen pequeñas porciones de lotes con pérdidas totales irrecuperables, a quienes ni siquiera la llegada de ayuda por la emergencia beneficiaría y tampoco la prórroga de impuestos inmobiliarios les signifique un alivio, porque no son propietarios.
En este contexto, y según datos nacionales, se corre el riesgo de perder un 60 por ciento de las hectáreas productivas por el déficit hídrico reinante.
La provincia es una de las principales productoras y exportadoras de arroz del país, ya que aporta el 44 por ciento del valor exportado nacional de arroz por todo concepto, esto es 113.595.605 dólares.
En volumen representa el 48 por ciento del total, 223.786 toneladas de arroz por todo concepto.
Fuente: La república de Corrientes